Acosador

T2/5

-Vine en cuanto pude, Finn ¿Qué sucedió?

-Jack no, la encontraron.

-Amigo esa es una excelente noticia ¿Dónde? Tene...

-La encontraron muerta, Jack.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, está muerta, se fue.

-No, no tú me estás jodiendo.

-¿Crees que sería capaz de jugar con algo así? Por Dios ni yo puedo asimilarlo, no puedo creer que ella está... no, ¿Qué diablos haré? ¿Que haré sin ella? Era todo para mí, tú más que nadie sabe por todo lo que pasamos, no sólo puedo aceptarlo y decir "oh bueno" ya no estará con nosotros.

-Finn, no sé... esto es horrible, no puedo creerlo, no ella no.

-Eric, no sé que mierda le diré a mi hijo, no le diré que su madre está muerta.

-No le puedes mentir.

-Pero tampoco lo voy a herir, no le diré eso, no lo voy a joder.

-¿Dónde la tienen?

-Ire a verla hoy.

-Necesitaras compañía.

-Necesito preparar todo para su... joder.

-Yo me encargaré de eso, si no le quieres decir a Eric por su bien, tendrás que pensar en algo, en una buena historia porque él la tendrá que ver si o si.

-Ya pensaré en algo.

-Lo lamento Finn, se cuanto la amabas, por Dios tantos años que no puedo creer que esto esté pasando.

-La extrañaré demasiado.

-Y no me lo imagino, no será lo mismo.

-No sabes cuando deseo ser yo y no ella, no debí dejarla ir sola.

-Es tarde para lamentarse, eso no te la devolverá, tienes que sacar fuerza Finn, por tu hijo.

.
.
.
.
.
.
.

-Preciosa, pasa y ponte cómoda.

-¿Qué es lo que quiere?

-Ya me enteré que el imbécil de Rodrigo te puso una mano encima.

-Ese imbécil me violó.- Le grité llorando.

-Y la va pagar caro reina.

-¿Qué le hará?

-Mi muchacho ya se encargará de él, quiero que te lleves más mercancía para que la vendas.

-¿Hasta cuando seguiré en esta mierda?

-Hasta que se me antoje, así que cállate de una buena vez y toma la mercancía.

-Jefe, nos pasaremos al bar, empezaremos con el nuevo negocio.

-Está bien, iré en una hora, sírvete un trago Sandra y me sirves otro a mí.

-No me llamo Sandra y si tanto quiere su jodido trago se lo sirve usted.

-Que gallona me saliste.- Dijo y se acercó a la barra para servirse un trago. En su escritorio había dejado su arma, rápido reaccioné y la tomé.

-No te muevas imbécil.- Dije y rápidamente volteó a verme.

-Baja el arma querida, si yo fuera tú no haría una estupidez.

-Saldré libre de aquí quieras o no.

-Y según tú ¿cómo? No creo que tengas las agallas suficientes para disp...- No terminó de hablar ya que tire de él gatillo y la bala salió disparada en su pecho.

-No, mierda.- Cerré la puerta con seguro y tomé el teléfono que estaba en el escritorio.- Por favor necesito una patrulla, me tienen secuestrada.- Hablé rápido, estaba asustada y tenía miedo de que alguien pudiera tumbar aquella puerta y entrar.- Estoy en una bodega que está en la calle Álamos, número 416, por favor no se tarden, creo que lo maté.

La desesperación empezó a entrar cada vez más, el cuerpo de Vélez se encontraba ahí sin algún rastro de vida.

-Lo maté, lo maté, lo maté.

-Jefe la policía.- Empezaron a tocar la puerta desesperadamente, volví a tomar el arma y apunté a aquella, dejaron de tocar y forcejear, el único ruido que se escuchaba era el de las patrullas llegando.

La puerta fue derribada unos instantes después y apunté nuevamente con el arma, el alivio entró cuando vi que era la policía, estaba a salvo, por fin había salido de esa mierda.

-Deme el arma señorita, ya está a salvo.

-Gracias a Dios, yo le... le disparé y...

-No tiene pulso, está muerto.

-Lo maté.

-Llevenla a la patrulla

-¿Qué? A la ¿Por qué?

-Será detenida por asesinato.

-No, pero yo soy la víctima, él me secuestró.- Grité mientas me esposaban.

-Lo siento, tenemos que investigar todo.

-Son unos idotas, no me pueden hacer esto.

-Ya llévensela.

Nunca seré libre.