T2/9

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2 años y 6 meses después...

-Gracias por ayudarme con esto, sin ti no hubiéramos dado con toda esa mierda.

-Me alegra que terminara, se alargó mucho el tiempo.

-Sí, fue una locura, serías una gran detective.- Solté una gran risa por ese comentario.

-Creo que sí, gracias por traerme.

-Odio las despedidas.

-Quien no?

-Te extrañaré.

-Yo igual, tienes mi número, cualquier cosa me llamas.

-Igual.- Le di un abrazo y luego tomé mi maleta.- Bueno es hora.

-Cuidate mucho, me llamas cuando llegues.

-Después de buscar a mi querido Finn.

Luis desvío la mirada y luego sonrió levemente, a veces imaginaba que yo podía atraerle pero luego eliminaba todos esos pensamientos. Le di un último abrazo y caminé para abordar el avión. Me sentía muy nerviosa, regresaría a casa, después de tanto tiempo vería a Finn, a mi hijo, a mi familia. Tomé asiento y miré por la ventanilla cuando el avión empezó a despegar, apreté mis puños y suspiré.

Después de calmarme un poco trate de dormir pero me fue imposible, las horas pasaron rápido y ya estaba bajando del avión. Busque con la mirada y ahí la vi, mis lágrimas salieron sin permiso alguno, solté la maleta y corri para abrazarla.

-Millie, pensé que jamás volvería a verte.

-No puedo creerlo, no lo puedo creer, eres... eres tú.- Dijo deshaciendo el abrazo para mirarme.

-Sí Millie.

-No sabes cuánto te lloré, todos estábamos devastados por esa horrible noticia, nadie lo podía creer y yo jamás quise aceptarlo.

-Olvida eso, estoy bien, estoy viva.

-Es que enserio no lo puedo creer, es un maldito sueño verdad.- La pellizque.- Au! No lo es.

-No.- Dije y la volví a abrazar.- Millie los quiero ver.- Dije y está volvió a deshacer el abrazo y me miró con miedo.

-¿Qué?

-No puedes.- Susurró.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Yo no puedo decírtelo, no tengo el valor para hacerlo.

Tomé la maleta y caminé con Millie hacia su coche.

-Vamos.

-____.

-Necesito verlos.

-No quiero que sufras.

-Ya sufrí Millie, no hay peor cosa que eso, por favor, vamos.

Ella solo suspiró y asintió, miré cada calle, cada lugar en el que estuve con mis amigos, con mis padres y Finn. Cada vez estábamos más cerca, sentía como mi corazón se aceleraba cada vez más, sentía que en cualquier momento se me saldría del pecho, los nervios se habían apoderado completamente de mí, no tenía control sobre mí.

Millie paró el coche unas casas atrás de la casa, aquella casa que habíamos comprado Finn y yo para formar nuestra familia. Tomé el valor suficiente para enfrentar lo que venía y abrí la puerta del coche para bajar pero Millie me detuvo.

-Eso temía dijo viendo a una chica rubia que bajaba de su coche, la puerta de la casa se abrió dejando ver a Finn, una sonrisa se formó en mi rostro y bajé del coche, pero me detuve cuando vi a esa maldita rubia abrazar a el pecoso, mi corazón se aceleró más cuando vi esa escena, fue lo peor, deseé no haber ido, deseé no haber regresado.

Finn dejó de besarla y los dos entraron sonrientes a la casa. Sentí que todo mi mundo se derrumbaba, pero era de esperarse.

Finn Wolfhard me había olvidado, había hecho nuevamente su vida, y yo no podría impedirlo, se merecía la felicidad entera, aunque no fuera conmigo.

Ahí se había terminado todo, Finn Wolfhard ya no era mío, y tendría que aceptarlo.



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