Hermanos De La Mafia

El Callejón

Mi madre traga grueso. — Hi-hija, no sé cómo decirte esto sin que tome un impacto en tu vida bastante grande. — Cierro los ojos, intentando asimilar las palabras y prepararme para lo que me vayan a decir, los abro, tomando valor.

— Díganme, he estado esperando está respuesta hace mucho, estoy preparada. — Se volvieron a mirar, y Thomas se acerca a mí lo suficiente para poner su mano en mi hombro.

Su respiración empieza a ser agitada, lágrimas traicioneras se asoman por sus ojos, él no les permite caer, se las guarda intentando ser fuerte. — Li-lilith.. yo... — Su voz se corta, impidiendo que él siga la oración, traga saliva, apasiguando su angustia interna. — Lilith, mierda, fue mi culpa, todo fue mi maldita culpa.

— ¿Qu-que dices?. — Lo miro con el ceño fruncido, confundida por las palabras de él.

— Yo causé que... — Thomas fue interrumpido por Jasper que vino corriendo todo agitado hasta el callejón, se robó la atención de todos, noto como Thomas se limpia las casi lágrimas por la llegada de Jasper, me alejo de ellos para acercarme a él y tomo su cara en mis manos.

— Jas, ¿qué pasó?.

— Lla-llamó... el.. el jefe, pre-pregunta dónde.. estamos... — Advierte Jasper entrecortado por lo agitado que estaba al haber corrido lo más rápido posible.

— Mierda, debemos volver. — Ordeno mientras miro a Thomas y suelto suavemente a Jasper, él levanta la vista y ve a mis padres.

— Oh... ¿ustedes son?. — Thomas lo fulmina con la mirada ante el atrevimiento de Jasper.

— ¡Jasper!, eso no te incumbe, viniste a dar un mensaje, no a meterte en asuntos familiares. — Jasper da una sonrisa maliciosa mientras se va acercando a ellos.

— Con que familiares eh, entonces son algo de ellos... — Da una pausa para asimilar y aprovechar la situación. — ¡No me digan que son mis suegros!. — Responde con una sonrisa de par en par haciendo que se le forme su hoyuelo característico de él.

Me pongo roja mientras me tapo la cara con mis dos manos para evitar que alguien pueda verme, como si eso fuera a solucionar algo, en mi cabeza suena más lógico.

Abro un poco mis dedos para ver cómo reaccionan y mis padres tenían la mirada puesta en mí, eso me hace cerrar de vuelta los dedos dejándome a ciegas.

Mierda, qué hago, qué digo, cómo actuó, dios, perdí el habla.

— Jasper, no te tomes el atrevimiento de decirles sueg... — Thomas es interrumpido por mi mamá que dió un grito de emoción, llevándose toda mi atención.

— ¡Ay, no me digas que eres novio de mi niña!. — Noto como mi madre da una sonrisa de par en par al igual que Jasper.

— Podría decirse que si. — Me mira y yo le desvió la mirada, aún no puedo asimilar que él se presente como mi novio delante de mis padres, no me molesta... pero no estoy acostumbrada.

De un momento a otro mi mamá lo abraza, Thomas y yo quedamos atónitos, compartiendo miradas el uno con el otro, intentando asimilar que nuestra mamá le esté dando un abrazo a mi nov... a Jasper.

Mi mamá le dice unas palabras al oído y luego se separan. — Espero que me hayas entendido muchachito. — Le da unas palmadas en el hombro y le da una sonrisa amable.

Él le da una sonrisa de boca cerrada. — Claro que lo entendí y creeme que será así, se lo prometo. — Ella asiente, confiando plenamente en él.

— Qué acaba de pas... — Soy interrumpida por mi padre que lo abraza como si fuera un hijo más. Nos volvemos a mirar con la boca abierta Thomas y yo, no comprendemos nada, absolutamente nada.