Mafiosa A Prueba

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Voy caminando por el pasillo yendo hacia la oficina, con todo el valor del mundo que nunca tuve y que nunca pensé tener, me encuentro con Jordan, a él también le voy a dar una lección, no soy una chica más para que me ande coqueteando o me diga esos apodos, todos van a conocer a alguien completamente nueva.

Jordan se para delante mío. — Hola princesa, qué hace tan solita?, va para la oficina?. — Me da una sonrisa coqueta y intenta acercarse más a mí.

Le pongo la mano en el pecho y lo alejo. — Jordan, nunca más vuelvas a coquetearme así ni nada parecido, desde hoy me empezas a llamar de Lucero, y me trataras con respeto, y nada de insinuaciones provocativas, gracias. — Veo como su cara cambia completamente, sé que no se esperaba esa reacción, pero bueno, se tendrán que acostumbrar, él no me responde, aún sigue sorprendido, yo simplemente lo esquivo y sigo mí camino.

Al llegar a la oficina simplemente la abro sin tocar, veo al jefe sentado que levanta la mirada hacia mí, y levanta una ceja, sé que es una falta de respeto entrar sin tocar, pero estoy cansada de lo que está bien, y lo que está mal.

El jefe se para y se dirige a mí dirección. — Ignorando tu acción irrespetuosa que acabas de hacer, ya te decidiste?. — Se cruza de brazos y me mira.

Es increíble lo hermoso que se ve este hombre de cerca, sus ojos grises y dominantes, que con solo una mirada ya te tiene a sus pies, por dios, ¿cómo todavía no caí ante él?

Su cara, pareciera hecha de dioses, cada detalle, esa cicatriz que lo hace ver tan sexy

Sus labios, que tienen una forma tan llamativa, y su pelo, siempre ordenado, puedo notar que lleva gel, que precioso, Además de que lleva traje, le queda tan bien por dios

Siempre vi series de mafiosos, y mayormente los jefes son feos y viejos, pero por dios, él es la excepción. Además de que nisiquiera se lo ve viejo, yo diría que tiene unos 24 años.

Una voz ronca toce intentando llamar la atención y que vuelva a la tierra, muevo la cabeza un poco para sacarme esos pensamientos que tengo.

El jefe levanta una ceja. — ¿Y?.

Me pongo firme y segura. — Voy a ser mafiosa.

Me da una sonrisa torcida, como de orgullo. — Bien, comenzas hoy, solo hay que llamar a Noah para que te enseñe.

Exhalo irónicamente. — Que irónico. — Miro hacía el piso.

El jefe junta las dos cejas confundido. — Irónico?, ¿Por qué?.

Hago una pequeña sonrisa. — Voy a ser mafiosa el día de mí cumpleaños.

Él sonríe completamente. — Esto hay que celebrarlo, llamaré a los otros y hoy mismo haremos una celebración a dos cosas, tu cumpleaños, y que te unirás a nosotros. — Me pone la mano en la espalda y me da una mirada reconfortante.

Es tan cálida su mano, no me imagino un abrazo de él.

O él encima mío

Dejando a un lado los pensamientos que tengo hacía a él, respondo.

Sonrío — Gracias, me encantaría.

— Bien, esta tarde Noah te enseñará todo lo que tengas que saber, y a la noche es la fiesta.

— Bien, nos vemos a la noche.

— Nos vemos.

Me voy de la oficina más contenta que antes, después de todo me gané una fiesta también, empiezo a buscar a Noah y lo encuentro hablando con Jordan.

Hermanos De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora