Me despierto poco a poco, sintiéndome mareada. Levanto mi mano lentamente para sostener mi cabeza y algo me lo impide. Mi vista se dirige hacia mi muñeca, eran esposas que sostenían mis dos manos con el fin de que no pudiera hacer nada. Me miro los pies, y en ellos encuentro una cadena rodeando mi pie derecho para que tampoco pudiera salir.
Miro hacia al frente y no me encuentro con nada. Solo una habitación por demás pequeña, y una puerta que supongo que por ahí entrara alguien en algún momento.
Lo que más me preocupaba era que no estaban mis padres en donde yo estaba encerrada, a menos que estén en otra parte del cuarto.
De repente entran dos hombres abriendo la puerta de par en par.
Uno era de pelo negro con ojos marrones, la rabia se podía notar en su mandíbula apretada y sus puños cerrados.
Otro era castaño con ojos negros, su mirada era más fría, se sentía más odio que rabia, pero aún así podía sentir un tipo de disgusto fuerte.— Así que por fin nos vemos cara a cara. — Me dijo el castaño cerrando la puerta una ves que los dos dieron paso dentro a la habitación. Frunció el ceño cuando yo intenté pararme.
El de pelo negro se acercó hacia mí, me tomó de los hombros y me obligó a volverme a sentar. — Ninguno de los dos te dimos permiso para poder pararte. — La fuerza que ejerce contra mí me parece un descargo a toda la rabia que tiene acumulada.
— ¿Quiénes son ustedes?. — Pregunto con tono de autoridad. Si de algo he aprendido es que nunca hay que rebajarse ante un mafioso, menos si soy una.
El de ojos marrones frunce el ceño. — No me gusta como nos está tratando.
El castaño se encoge de hombros. — Era sabido que nos iba a tratar así, está en una mafia en donde la tienen como futura jefa. — Me mira fijamente. — ¿O me equivoco?.
Niego con la cabeza. — No te equivocas. Como bien dijiste, seré la futura jefa de esa mafia, por lo tanto creo que tenerme en estas condiciones no es del tanto agradable para mi mafia.
Se miran entre sí, notando la tranquilidad con la que les hablo, como si esperarán que mi reacción sea otra completamente distinta.
— Noto que tu forma de hablar es la correcta, pero ahora mismo estás bajo el control de nosotros, por lo tanto deberás acomodarte a la condición en la que estás. — Me respondió el castaño. Lo miré lentamente y asentí, sin dejar mi posición.
— Así que, ¿Debo de gritar?. ¿Estar asustada?. — Respondí con una ceja alzada.
El de pelo negro suspiró. — Se está burlando de nosotros. — Notaba como la rabia de él se iba acumulando.
— Creo que dejará de actuar así cuando se los mostremos. — Respondió el de ojos negros.
Fruncí el ceño, pero luego me di cuenta de quienes hablaban, así que mi corazón empezó a latir con velocidad. Mi respiración comenzó a agitarse al saber que seguramente estaba hablando de mis padres. Instintivamente bajé la guardia.
El de pelo negro asiente. — Bien, yo la llevo. — Respondió con seguridad. El otro hombre simplemente se fue de la habitación dejándonos solos al de ojos marrones y yo.
Me sacó la cadena que amarraba mi pie derecho. Me levantó brutalmente y me sostuvo de las esposas para que no pudiera escapar.
— Es lamentable, ¿no?. — Dije mientras él daba pequeños pasos hacia la puerta. Da una pausa intentando entender lo que dije.
— ¿Lamentable qué?. — Preguntó con curiosidad. Casi como si la misma intriga fuera la que lo impulsa a hacerme dar vuelta de repente para que lo mire.
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Hermanos De La Mafia
ActionHola soy Lilith Smith, más conocida como Lucero, debo de contarles que mi vida es un poco aburrida, o eso parecía hasta mi cumpleaños 16, que todo empieza a cambiar, recuerdos llenan mi cabeza y corazón vacíos, encuentros aparecen, conozco personas...