Hermanos De La Mafia

El Secuestro

Me levanté de la cama casi brincando, recordando que mañana iba a ser mí cumpleaños y que hoy tenía que preparar todo con mis padres. Busco mí celular debajo de la almohada, en mí cama para saber la hora.
Lo encuentro, me fijo y eran las 6 de la mañana, creo que me emocioné mucho con mí casi cumpleaños para despertarme a esta hora.

Apago mí celular y me levanto para arreglarme, voy al baño y me empiezo a arreglar tomándome mí tiempo, después de todo, tengo todo el tiempo del mundo ya que me levanté temprano.

Me bañé, me cepille el pelo y me puse el vestido que mí mamá me había regalado para mañana, pero la curiosidad me invadió de probarmelo hoy, vuelvo a mí cuarto y miro mí espejo que refleja todo el cuerpo completo, también la cara. Así que me acerco hasta él para ver qué tal me quedaba ese vestido que me había comprado mí madre. Es un vestido blanco con un cinturón dorado alrededor, el vestido mostraba mis curvas a la perfección y se acomodaba bien a mí cuerpo, podía decir que este vestido realmente fue hecho para mí.

Me dejó de fijar en mí y me voy para el comedor, para ver qué puedo comer, ya que tenía mucha hambre. Había galletitas, pero faltaba algo para tomar, mí querido café. Así que busco por todas las partes del comedor para ver si había y no, definitivamente no había café.
Y es ahí donde me vienen las preguntas

Y si voy a comprar café?

Será adecuado ir a esta hora?

Me podrán hacer algo?

Y si me pasa algo?

Pero quiero tomar café

Así que me decidí por ir a comprar el café, me hicieron caprichosa y así voy a morir.
Agarre las llaves para abrir la puerta y salí, Aún escuchaba roncar a mis padres, ellos cuando duermen tienen sueño muy profundo, y cuando digo profundo es demasiado.
Voy caminando por el barrio yendo hacia el mercado que lamentablemente me quedaba tan lejos, que parecían años llegar hasta ahí, y encima que no había nadie ya que era muy temprano, me sentía tan sola.

Al llegar como un parque ya que tenías que pasar por ahí si o si, veo pasar una camioneta negra, mí cuerpo empieza a temblar del miedo, pasaba muy lento y el conductor me miró, aunque no vi bien su cara sé que me acaba de mirar. Empiezo a caminar más rápido aunque aún me quedaba lejos ese maldito mercado. La camioneta cada vez pasaba más cerca de mí parte pero con un alejamiento, La camioneta para.

Mierda Mierda Mierda, no, no a mí no.

Empiezo a llorar porque siento que vienen hacía mí, por impulso empiezo a correr, mala idea, me tropiezo, no sé correr cuando estoy nerviosa. Me levanto enseguida y de reojo veo que abren la puerta de la camioneta y en ese instante recuerdo a mis padres, mí cumpleaños, y.. a mí hermano.

Está iba a ser la última vez que iba a ver a mis padres?

Nunca más los veré?

Me tragará la tierra como a Thomas?

Me mataran?

Me harán dañ...

En ese instante mí corazón para de latir, una mano en mí boca con un paño acaba de interrumpir todos los pensamientos que tenía en ese momento, intento soltarme, intento gritar, pero era inútil, el hombre era mucho más fuerte que yo, me iba arrastrando hacía la camioneta, yo pegaba patadas, hacía lo posible para poder escaparme pero, poco a poco me iba calmando, mi cuerpo se estaba relajando demasiado, mis ojos se empezaban a cerrar de la nada.

Fuck, me dieron algo para dormirme

Y como era de esperar me dormí.

Lo primero que pasa es que escucho unas voces roncas que invaden mis tímpanos, aún con los ojos cerrados y recién despertándome intentó entender qué es lo que están hablando

- Está linda eh.

Sentí una mano que tocó mí pierna pero aún no me podía mover así que no pude hacer nada.

- No seas idiota, el jefe nos pidió que no le hagamos nada a esta chica.

Sentí como el otro hombre le sacó la mano al que me tocó.

Poco a poco abrí los ojos y ví que uno se da cuenta de ello.

- Te despertaste, estábamos esperando ese momento.

Me senté de golpe y ví alrededor de la camioneta, era grande y realmente lujosa, me empecé a fijar en los hombres, había uno que estaba enfrente mío, el otro estaba a mí izquierda, y yo a espaldas de la pared de la camioneta. Intenté mover las manos pero las tengo atadas, también los pies, en ese momento mi respiración se empezó a agitar y me desesperé, el que está enfrente mío habló.

- Tranquila, tuvimos que atarte para más precaución.

Tomé el valor para hablar ya que tenía demasiado miedo por lo sucedido, aún no proceso todo lo que pasó.

- ¿Dónde estoy?, ¿quiénes son ustedes?, ¿qué hago aquí?.

El de mí izquierda se rió y respondió.

- ¿No crees que son demasiadas preguntas?, callada te ves más bonita. - Me tocó la pierna y yo me alejé ante su acción.

- Imbécil qué te he dicho de tocarla.

Lo interrumpió el que está enfrente mío, creo que puedo entender quién es quién cuando me desperté, pero, ¿Por qué me defiende?, ¿por qué el jefe no quiere que me toquen?, ¿qué quieren de mí?.

- Respondanme, quiénes son ustedes y dónde estoy.

Elevé la voz cansada de que me tomen el pelo, tengo muchas dudas y soy curiosa como para que encima no quieran responderlas.

- Yo te voy a responder.

Me dijo el que estaba enfrente mío.

- Me llamo Noah y él es Marcus,
y creo que vas a entender bien donde estás cuando veas al jefe.

Me quedé mirando a Noah, no lo había notado pero es parecido a mí, tiene el pelo castaño claro al igual que yo, su cara es parecida a la mía, sus ojos color verdes al igual que los míos. Había leído que existen las personas iguales a vos en todo el mundo, y él es mí copia en hombre. Me fijé en su ropa, lleva una remera negra que parece cara, unos jeans negros rotos en las rodillas, y zapatillas que también parecen de marca. Estos no se andan con cualquier cosa, tienen lujos.

Una voz interrumpió mis pensamientos hacía Noah y me dí cuenta que la voz no vino ni de Noah ni de Marcus, vino del conductor.

- Ya llegamos, hay que bajar.

Mí corazón empezó a latir más de lo normal ya que me da miedo saber qué puedo hallar y a dónde voy. Noah me desató las piernas y me quedó mirando por un mini segundo, me agarró del brazo fuerte y le pidió a Marcus que me agarre del otro brazo para que no me escape.

Abrieron las puertas de la camioneta y tengo que bajar a encontrarme con el Jefe.