Diciembre

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Como era de esperar, llegó diciembre, y con ello, llegó también el día esperado por el cual tanto tiempo se demoró. Iba a verlos de vuelta, y esta vez mis dudas se iban a aclarar una vez por todas, iba a saber tantas cosas.

En mí existía pura intriga, curiosidad, tenía muchas ganas de saber tantas cosas, me motivaba el hecho de saber todo, y que por fin iba a tener mis respuestas soñadas.

Estábamos a solo unas horas de que llegaran del aeropuerto y que pisaran acá. Mi corazón latía a mil, y aunque en realidad faltaba más de diez horas yo aún estaba con los nervios por encima de volverlos a ver.

Era un complejo de emociones lo que yo sentía, cada una más difícil de explicar que la otra. A mi lado estaba Luka, a mi otro lado Joss y Max. Estamos en el aeropuerto porque queríamos venir desde temprano, aunque claro, creo que fuimos un poco apurados al venirnos literalmente cuando faltan más de diez horas.

Pero igualmente mi cabeza está concentrada en millones de escenarios que podrían llegar a pasar y pensamientos que me gustaría decir en algún momento. Todo esto me lleva a pensar que, ¿Todo terminará así?. ¿Habrá algún final para mí?. Me gustaría saber el más allá de toda mi historia.

Aunque, me quedé acá, en la mafia por mi terquedad y mis ganas de conocer mis raíces, las conocí sin duda. No del todo, pero cada una de mis raíces fueron descubiertas y sanadas.

Aún hay raíces que no conozco pero sé que pronto lo haré. Aún no puedo creer que haya pasado un año de todo esto, que dos hombres me hayan secuestrado un día antes de mi cumpleaños, que uno de ellos sea mi hermano perdido, el otro se convirtió en mi mejor amigo. Es raro, todo muy raro, pero definitivamente jamás cambiaría ninguna sola cosa de lo que pasé.

Y todo por ese café que nunca compré. A veces es loco pensar que por cosas insignificantes que haces en tu día a día, una sola cosa de ellas puede llevarte a que te pase algo que pueda cambiar tu vida rotundamente.

A veces me pongo nostálgica, es de esperarse, siempre que veo esto me recuerdo a mi misma el año pasado y, no lo creo, a veces no lo creo.

Tomé el cargo de jefa temporal bastante tiempo, me siento capaz, aunque creo que me falta mucho por aprender y pasar, siento que estoy en un proceso el cual aún estoy pasando.

Suspiro recostandome en la silla de espera del aeropuerto. Sentía que cada vez las horas eran más largas. Todo dejó de existir cuando me llamaron a mi celular, sacándome de mis cabales.

Luka, Joss y Max miran mi celular y me miran a mí, confundidos. Yo agarro mi celular, contesto y me lo pongo en la oreja. — ¿Hola?. — Hablo.

— ¿Lucero?. — Pregunta una voz ronca e distorsionada desde la otra línea.

Trago grueso un poco nerviosa. — Sí.

Escucho risas. — Con que eres la persona la cual todas las mafias están hablando.

— ¿Quién sos?. — Pregunto alertandome.

— Oh no, las cosas no funcionan así, tenemos los datos de que sos una buena jefa. — Escucho más risas y me paro de la silla.

Al pararme de la silla, Luka, Joss y Max se paran a mi lado intentando descifrarme.

— ¿Quién es?. — Me pregunta Joss. Aún no puedo responderle porque escucho voces distorsionadas de la otra línea.

— ¿Quién sos?. — Pregunto. Sinceramente, no tengo ni la menor idea de quién podría ser y por qué está haciendo esto.

— No puedo decirte, deberás averiguarlo. — Su voz cada vez se distorsionaba más, parecía ser la de un hombre.

Hermanos De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora