Hermanos De La Mafia

Rivales

Mierda, los atrapó

Fue lo que se me cruzó por mi mente cuando ví al jefe furioso empujando a Thomas hacia atrás mientras Thomas está rígido en su lugar y Jasper peleando en voz alta contra el jefe.

— ¡¿De qué tenés miedo?!. ¡Decilo!. — Grita Jasper llamando la atención de todos las personas en el hospital, incluyendo las enfermeras, aparecieron guardias separándolos, quedé en shock sin saber qué hacer o qué decir.

Pero todos mis sentidos desaparecieron y me agarra por desapercibida cuando detrás mío aparece una voz autoritaria femenina.

— Comportense, hay niños en este hospital.

Eva

Al girarme noto que era ella, estaba en un camisón blanco y largo, tal y como yo la había visto, se la notaba pálida, más pálida de lo normal, su rostro transmitía debilidad, pero agarro fuerza para demostrar lo contrario y tomar su voz autoritaria.

Estaba más flaca de lo normal y había unas ojeras que adornaban sus ojos por debajo de color morado, se la notaba cansada, agotada, debilitada, al parecer al verla parada pude notar cada detalle de ella que no pude percibir cuando estaba acostada, su pelo estaba revuelto y dañino, seco.

Al jefe se le notan unos leves brillos en sus ojos al verla a Eva, pero no porque la quiera o la adore, era nostalgia, pura nostalgia en donde intervenía el odio y la venganza.

— La jefecita me pide que me comporte. — Ríe con una voz potente que se ponía más ronca cada vez, su sonrisa desaparece y su cara desprende seriedad, tensa la mandíbula y toma aire para hablar mientras da pasos para acercarse a ella.

Hasta que alguien se lo impide, un guardia. — Si tienen que resolver sus asuntos, resuélvanlos afuera.

Noto por el rabillo del ojo que el médico de Eva pasa por nuestro lado hasta que toma una pausa y se gira para confirmar si lo que estaba viendo era real, efectivamente era real, Eva estaba fuera de la cama, su paciente.

El médico se acerca a Eva casi corriendo, tomando sus hombros para que la mire, pero ella mantenía su mirada en el jefe que ahora estaba siendo sacado para afuera estrictamente por el guardia, otros dos guardias estaban sacando a Thomas y a Jasper.

Seguí a los guardias pero una mano me tomó por la muñeca obligándome a mirarla. — Espera, no te vayas aún, qui-quiero hablar con tu gente. — Eva me mira a los ojos esperando a gritos mi respuesta, pero el médico nos interrumpe antes de que yo pueda darla.

— No, no puedes salir, eres una paciente que específicamente tiene que estar en reposo. No puedo arriesgarme.

— Va a ser solo un momento. — Vuelve a repetir ella, ignorando las palabras del doctor para volverme a mirar.

— Eva... no lo sé, no quiero que te pase nada ni que te hagan nada. — Dudo, el jefe y ella son legendarios rivales, creo que no sería nada bueno si ella se cruza a "hablar" con él, podría terminar en alguna pelea, y... Eva tiene sus desventajas, después de todo está más débil que él.

— Eva, escúchame, vuelve a tu habitación, recuéstate y...

— No, será solo un momento, luego volveré, no me pasará nada por estar parada hablando unos minutos. — Repite ella, interrumpiendo al médico, encaprichada con querer hablar con el jefe.

El doctor suspira, asintiendo. — Bien, pero antes, debo de inyectarte unos calmantes para poder aliviar el dolor muscular que contraes al estar parada y estresada, y además te inyectaré unas vitaminas que te ayudarán a que tu cuerpo salga de su estado endeble, aunque sea temporalmente, te sentirás estable ese breve momento, con eso bastará, recuerda que fue reciente que te pudimos extraer una bala de tu hombro y agregando que era una herida profunda, te ayudarán solo por un corto tiempo, si no vuelves aquí dentro de 15 minutos podés caer en...