Extra II

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Mis pasos se escuchaban fuerte resonando en el suelo frío el cual estaba pisando, me dirigía hacia un lugar determinado cerca de un garage hasta que oigo una voz que reconozco con solo una palabra dentro de ese garage.

— ¿Pero qué les pasa?, ¿acaso son ciegos?, ¿siquiera tienen la capacidad para saber las consecuencias de esto?. — Dijo con enojo en su voz.

Al llegar poso mi mano por encima del hombro de Luka. — Amor, ¿qué está pasando?.

Su semblante cambió y se tornó uno más suave, posó un beso en mis labios y decidió hablar. — Ya sabes, los principiantes, me tienen hartos. — Dijo señalando a el chico de pelo largo y negro, con ojos marrones oscuros y al que estaba a su lado, que era un moreno de pelo ondulado y castaño, el cual tenía los ojos marrones claros. Gilbert y Nick.

Negué con la cabeza mirándolos desde una autoridad que me he capacitado en tener desde hace años. — Hace unas semanas me secuestraron sin saber que era su propia jefa. Ahora que es lo que pudieron hacer como para que mi esposo se enfade de esa forma con ustedes. — Crucé mis brazos.

Gilbert suspiró pasando la mano por su pelo negro. — Teníamos que hacer una misión y creo que la hicimos mal.

— Creo no, la hicieron mal. — Afirma Luka.

Nick respondió. — Pero todo tiene su explicación.

— Los escucho. — Dije.

— Todo comenzó porque Luka quería que vayamos a una casa que el hombre que vive allí aún no pagó la deuda. — Nick tomó una bocanada de aire y prosiguió. — Entonces, con Gilbert fuimos a la casa y, al parecer leímos mal una dirección...

Automáticamente cierro los ojos sabiendo que se venía algo malo.

— Por lo tanto amenazamos a un hombre que no era el que teníamos que amenazar y... — Hubo un silencio que demostraba que el moreno no quería seguir hablando.

— ¿Y?. — Pregunté comenzandome a enfadar.

— Amenazamos a un mafioso. — Completó Gilbert.

— Maldita sea. — Dije.

— Es lo que te digo, hacen absolutamente todo mal. — Dijo Luka con la misma rabia.

— ¿A quién amenazaron?. — Pregunté.

— Amenazamos a un aliado. — Respondió Nick.

Me mordí los labios de rabia, moviéndome de un lado a otro. — Pero esto nos traerá graves consecuencias, debemos de hablar con él. — Miré a Luka.

— Sabes que en los códigos de la alianza no existen los errores amor. — Me respondió.

— Simplemente hay que decirle que tenemos dos novatos y va a comprender. — Dije decidida.

— No nos lo va a aceptar, es un jefe. — Volvió a repetirme.

— Thomas, Judith y yo también somos jefes y comprendemos consecuencias así. — Fruncí el ceño.

Luka suspiró. — Pero amor, tus hermanos y vos son completamente únicos. Han roto y cambiado leyes que nunca se había hecho en la historia de la mafia, una de ellas es que existan tres jefes en una mafia.

También suspiré. — Bien, debemos de prepararnos para un enemigo grande entonces. — Luka me miró automáticamente y asintió.

Los miré a los dos chicos. — Comiencen a hacer las cosas bien, porque una más que hagan... — Saqué mi arma con un movimiento de manos que fue tan rápido que ni siquiera les dió tiempo a pestañar. Los apuntee con la mirada en alto. — No me importaría jalar el gatillo.

Hermanos De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora