Ahí estaban Lesath, William y el pequeño Thomas yendo hacia la mafia que anteriormente Lesath había dicho de ir.
La mafia yin yang
Al llegar ven una mansión enorme la cual a Lesath le trae muchos recuerdos de haber vivido ahí con su padre, enseñándole todo lo que debía saber de la mafia.
Ella presentía que tenían a Judith, su enojo comenzaba a convertirse en autoridad, lo que últimamente le estaba pasando cuando se metían con sus hijos, le surgía un poder, una capacidad de enfrentarse a absolutamente cualquier persona que se interpusiera entre ella y sus bebés.
Unas rejas los separan a ellos de la grande mansión blanca y negra, unos guardias se acercan a ellos mirándolos de arriba a abajo sin dejar de observar cada detalle de ellos, sus miradas quedó posicionada en Thomas, cosa que ella lo ocultó con una manta cuando vió que lo miraron de más.
— Soy hija de Andrew Smith, déjenos pasar. — Al oír la potente voz de Lesath los guardias se miraron entre si y asintieron, abriendo las rejas y dando paso a Lesath, cerrando la puerta detrás de ella, evitando el paso a William.
— ¡Ey!. — Responde molesto William ante la desubicada acción que hicieron con él.
Lesath se da vuelta y analiza la situación. — Déjenlo pasar, está conmigo.
Los guardias quedan observándose unos segundos.
— ¡Que lo dejen pasar!. — Grita Lesath al notar que los guardias aún no lo habían hecho pasar.
Ellos dudaron, pero lo hicieron luego de notar el enfado de la hija de su jefe, así que le abrieron la puerta a William y se adentraron a la mansión.
Una vez dentro, la mansión era mucho más enorme de adentro, era puro lujo, las paredes contenían un tono blanco y negro mientas que en el suelo se encontraba un color amarillento claro como el del oro. Había dibujos de calaveras en ciertas partes de la mansión, y una escalera blanca que los llevaba al segundo piso.
Quedaron parados en la entrada de la casa mirándose. Lesath no le tomaba mucha importancia al lujo que contenia dentro esa casa, ya estaba acostumbrada. En cambio William quedó observando todo el lujo deslumbrado sabiendo que eso valía más que su propia vida, no podía creer la cantidad de dinero invertido en cosas tan pequeñas o detalles que uno no notaría, como el de unos colgantes en el techo que iluminaban más que el mismísimo sol. No hacía falta abrir las ventanas ya que esos colgantes se encargaban de alumbrar lo necesario.
De unas escaleras baja un hombre de cabello oscuro, ojos marrones, alto y robusto, el cual los mira con desconfianza. — ¿Quiénes son ustedes?. — Pregunta mientras se acomoda el traje y termina de bajar el último escalón de la escalera hasta estar frente de ellos.
— Soy la hija de Andrew. — Responde Lesath sin dejarse intimidar, y eso el hombre lo nota.
Él asiente girando su vista hacia William. — Y... ¿vos?.
— Soy el esposo de ella.
El hombre pone su mirada en el pequeño. — ¿Y él?.
Lesath desconfiada aparta al pequeño Thomas de la mirada del hombre tapándolo, por suerte Thomas estaba tranquilo y no lloraba. — No te incumbe saber quién es él.
El hombre se ríe. — Supongo que es tu hijo, bien, vamos, el jefe los estaba esperando.
El hombre vuelve a subir y William y Lesath le siguen el paso, Lesath no paraba de mirar de reojo a su bebé, un pequeño tan frágil y chico, le frustra tener que vivir entre mafias, le frustra saber que sus pequeños tienen que estar en este ambiente, Lesath odia eso.
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Hermanos De La Mafia
ActionHola soy Lilith Smith, más conocida como Lucero, debo de contarles que mi vida es un poco aburrida, o eso parecía hasta mi cumpleaños 16, que todo empieza a cambiar, recuerdos llenan mi cabeza y corazón vacíos, encuentros aparecen, conozco personas...