Tiempo Perfecto ©✔[+18]

:Capítulo 37:

CHRISTOPHER 

Respondí el mensaje y guarde de nuevo mi móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón y saludé a unos amigos con la mano cuando pasaba junto a ellos. Nunca quise ser conocido por las chicas o los chicos, siempre me mantuve al margen pero nunca siendo el marginado la verdad aún no comprendo como llegué a ser tan reconocido pues nunca fui el capitán en ningún equipo en mi antigua escuela. Desde que era un niño me molestaban con un ridículo apodó el cual nunca le encontré sentido Superman era la forma en la que me llamaban en dos tiempos y pocos lo hacen.

No me molesta ser conocido y tampoco me molestaría ser un don nadie pues no vivo de los pensamientos de los demás. Tomás decía que era un idiota por no aprovechar cada oportunidad que tenía con una chica pues tenía la costumbre de encerrarme en mi habitación a estudiar, quería tener buenas notas y aunque estudiaba economía por mi padre, quería sacarla por el simple hecho que no quería defraudarlo pues el dio mucho por mamá y por mí. Así que este año era el último, y en mi mente quedaron las palabras de Smith quién me dio buenos consejos los cuales iba a seguir. Ella sería la primera en saber mis sueños pues ella me ayudó a intentar cumplirlos.

— ¿Quieres comer algo?— fruncí mi ceño viendo a Tomás charlando con Daniela.

No me sorprendía para nada lo unidos que estaban últimamente y no me molestaba porque se miraba mejor que antes pues admito que no es nada agradable que tus sentimientos no sean correspondidos aunque McMan dice que para él le llegó el Karma. Miré a Daniela quién aceptó y entrando a su clase me hice junto a mi mejor amigo viendo por donde la pelinegra se había marchando.

— Cuándo la invitaras a salir — sentí su mirada —: sabes que no soy idiota y no me vendrás con el cuento que son amigos.

— En realidad lo somos — ambos empezamos a caminar a nuestra clase —: solo tenemos un meses en conocernos y me gusta charlar con ella.

— ¿Qué te impide invitarla?— no respondió —: idiota sabes que ella gusta de ti y creo que no es un secreto para nadie. Te interesa así que porque no lo intentan.

— Porque no quiero ilusionarla — entramos a nuestro salón —: Daniela es una chica dulce, graciosa y amable. No quisiera arruinar la buena relación que tenemos por tontos sentimientos que no son seguros.

— Viejo ya superaste a París ¿no?— él asintió pues para ambos al saber que esperaba hace un meses un hijo de Ryan se nos hizo más fácil alejarnos de ella —: intenta algo ¿qué vas a perder? Sino lo intentan no sabrán si perdieron algo.

— Lo dice el chico que no acepta que no fue los tragos que hicieron desear a Weiner — me tense —: no somos idiotas.

Sabía que fue un error haber deseado a esa pelinegra y fue un completo error haberle contado a Tomás de nuestro desliz pues él me lo recordaba cada segundo de su existencia lo que era molesto para mí. Esa pelinegra había tenido conmigo una exquisita aventura la cual no me arrepentía pues había probado lo que en esos días quería saborear. Lo menos que deseaba era ilusionar a esa chica y por las mismas razones me distancie de ella, saber que no tenía aquellos sentimientos por mí por un momento me agradó y no era de esos hombres que les gustaba que todas las chicas estuvieran enamorados de ellos y ellos jamás les daría la atención que merecían, pero por unos segundos se sintió extraño no tener la atención de aquellos ojos oscuros sobre mí.

Ninguno se arrepentía de lo que hizo porque tras de adultos sabíamos en lo que nos estábamos metiendo como también sabíamos no meter sentimientos en una noche de diversión. Y así fue, nada cambió entre nosotros, ella salía por las noches con Isaac Sullivan el dueño del club Star Blake y hermano de Tatiana. Así que nuestra relación se basó simplemente en una amistad con un recuerdo del pasado guardado en un baúl sino es que estaba olvidado.