:Capítulo 4:

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— ¿Qué película quieres ver?

— Pensé que ya la tenías — lo mire con una sonrisa en mis labios y este sin mirarme tenía una sacando el dinero de su billetera.

— Solo te quería dar la oportunidad, debo ser caballero — le extendió su tajeta al chico al otro lado—: amigo — el chico que nos atención nos giro a ver, Ryan se inclinó y le dijo algo en el oido lo cual me confundió más cuando los ojos marrones del chico me miraron—: ¿Qué película nos aconsejas?

El chico me miro y después a Ryan quien esperaba una respuesta de su parte.

— Para ambos una romántica. Puede ser: Más allá de las estrellas, orgullo y prejuicio o el sol también es una estrella. Así cuando regresen vayan llenos de mucho amor.

— Eso se lo doy sin necesidad de ver una película — mis mejillas empezaron arder y quise que la tierra me tragará, con mi cara llena de vergüenza golpe el hombre de Ford —: te dije que se coloreaba igual a Tinker bell.

— Eso veo— dijo el chico riendo.

Ford cruzó su brazo por mi hombro y me alejó de ahí cuando estuve apuntó de gruñir. Estaba molesta por el simple hecho de que siguiera diciendome de aquella manera y de que hiciera que el chico que vendía las entradas dijera eso solo para el confirmar que si me veía como campanita con su cara roja cada vez que me enojaba.

Después de que compramos las palomitas y los refrescos entramos y nos sentamos en una de los asientos, las luces ya estaban apagadas así que pronto empezaría la película y tuve razón cuando la pantalla mostró las letras. La película que estaba comenzando no era de comedia romantica o romántica, al contrario era de acción y me gustaba que Ford supiera eso de mi. Comí palomitas mientras desmebraban al sujetó y reí cuando todos los del salón se cubrían los ojos del miedo ¿daba miedo la película? Un poco, pero no para tanto. Mire al pelinegro a mi lado quien tenía sus ojos bien abiertos sin despegarlos de la pantalla. Reí cuando arrugó su nariz y era porqué le estaban sacando los ojos aun sujetó el asesinó. Tome su mano y esté me miró y reí al verlo tan dulce y asustado.

— Ese debería ser yo — dijo soltando mi mano y acomodandola sobre la suya.

— Pero yo no estoy asustada— bese su mejilla ya que estabamos lo suficiente cerca para hablar en susurró—: y no me importa ser quien te proteja.

— Pues no tendrás que hacerlo— levantó mi mano y beso el dorso de esta—: mi orgullo de hombre alpha me lo impide.

Sonreí y negué con diversión y volví a ver la película la cuál estaba apuntó de terminar. Ryan agarro un poco de palomitas con su mano libre y se lo llevó a la boca, aguante la risa cuando su mano quedo sobre su boca cuando todas las palomitas que llevaba en su puño quedo dentro de ella y sus ojos se abrieron viendo la película, en un momento sono un ruido horrible y la mano de mi chico apretó la mía.

Será tan adorable.

La película terminó y salíamos del salón para volver a la universidad. Estaba esperando el momento justo para molestarlo así como el lo hizo ese día cuando me perdí en los pasillos de la universidad.

— ¿Quieres un helado?— preguntó caminando conmigo sin soltar mi mano.

— Puede ser.

— Espérame aquí — el pelinegro me soltó la mano y fue hacer la pequeña fila para comprar los helados.

Mire mi celular revisando alguna de mis redes sociales esperando a que mi novio llegará.

— Smith — deje de ver la pantalla para ver unos ojos verdes con cabello negro —: no pensé verte aquí.

Tiempo Perfecto ©✔[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora