: Capítulo 15:

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Tomas

Seguí a mi hermana por todo el apartamento en el que nos encontrábamos para quitarle mi celular de las manos. La muy idiota me lo arrebató mientras miraba algunas fotografías en Instagram y estaba tranquilo sentado el sofá ¿por qué mamá me dio hermanos? No lo sabía pero de alguna manera me desearía de esa enana para que me dejará en paz porque aunque era un sujeto paciente ese tomate andante sabía como hacer mi vida una mierda.

— Dejen de correr, parecen unos niños — nos regañó mamá pero ninguno le obedeció.

Seguí corriendo detrás de ella entrando a la cocina para atraparla, golpearla y quitarle mi celular de una buena vez por todas. Mi hermana giró la isleta dejando esta como un escudo entre nosotros, cada vez que intentaba moverme e ir a ella la chica se movía al lado contrario lo cual lo hacía difícil.

— Dame mi celular Maya — ordené pero la chica solo me sacó la lengua riéndose de mi.

Sin pensar me impulse con ambas manos sobre la isla y salte sobre ella para agarrarla. Pero la muy enana y escurridiza se agachó pasando por debajo de mi brazo y saliendo de nuevo de la cocina. Sentado me giré bajando y volviendo correr detrás de ella la suerte no le iba a durar mucho ya que sus piernas eran más pequeñas así que pronto le iba a dar su merecido.

Cuando estuve apunto de alcanzarla ella tomó del cuerpo de su novio volviendo a ponerlo como escudo ya que no era la primera vez que hacía eso. El rubio sorprendió por la fuerza que ejerció su novia apenas el cruzo el marco de la puerta y ver que por poco lo golpeó fue gracioso pero no era lo importante en este momento.

— ¡Maya!— grite eufórico porque esto ya me estaba hartando.

— Pueden dejar de meterme en el medio — se quejó Julián girando a ver a mi hermana en su espalda.

— Solo sueña cuñado — grito Caleb en algún lugar del apartamento.

Sin importar nada extendí mi brazo para tomar el de Maya aún lado del cuerpo de su novio, pero cuando lo hice la muy idiota empujó a su novio dejando que este por la sorpresa no mantuviera su equilibrio y se fuera contra mi y yo lo sostuviera en mis brazos.

¡Maldita!

Empujé al rubio para quitarlo de mi cuerpo y volver a correr detrás de mi hermana la cual de nuevo se dirigía a la cocina.

— Dame mi celular, no estoy jugando— suspire dejando de correr porque no iba a seguir con esto.

Maya salió de la cocina caminando mirándome con recelo por si hacía algún movimiento para atraparla pero la verdad no tenía tiempo para seguir con el gato y ratón. Extendí mi mano y sus ojos con el color igual a los míos la miró y después mis ojos.

— Deja de ver sus fotografías — no era una súplica era una orden. Lamí mis labios y di dos pasos con mi mano extendida para que me devolviera mi celular.

— Maya...— advertí.

Sus ojos bajaron a mí mano y rindiéndose me lo devolvió.

— Es verdad Tomás deja de ver sus fotos. Sabes que me duele verte de esa manera, debes seguir con tu vida y olvidarte de mi mejor amiga.

Dejé salir del aire de mis pulmones viendo mi movil en mis manos. Comprendía bien lo que ella quería porque yo como su hermano tampoco me gustaría verla aferrada a un chico que no tenía intenciones de estar con ella. Pero yo no me iba a rendir tan pronto, quizás estaba mal pero no podía sacarla de mi cabeza aunque quisiera hacerlo. Quería lo mejor para ella y aceptaba su relación con Ford porque llegué tarde y me enamoré de la chica que alguna vez sus ojos estaban en mí.

Tiempo Perfecto ©✔[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora