:Capítulo 17:

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— Gracias por venir.

Dicho eso me levanté tomando mis cosas y salí del aula directo a buscar algo de comer porque me estaba muriendo de hambre. Baje las escaleras con mucho cuidado ya que varios estudiantes subían y otros hacían lo mismo que yo así que al ser varios cambiando de salón era demasiado frustrante. Busque en mi bolso mi cartera para buscar algún billete y sacar alguna gaseosa de la máquina expendedora. Esperé que saliera y me incliné un poco para meter mi mano y buscar mi lata y quitar la sed de mi garganta. Cuando la sentí en mi mano la tomé y al inclinarme mi vista azul quedó clavada en una figura masculina frente de mí, seguí la camisa de rayas rojas y negras la cual no estaba sujeta por los botones y dejaba ver la camiseta gris que tenía por dentro y encontré un rostro familiar de ojos verdes y cabello negro.

— Para mí — sonrió metiendo un mono en su bolsillo. Reí y miré la lata que tenía en mi mano y se la extendí —: era broma.

— Vas a menospreciar lo que te estoy dando — Ayden con una sonrisa ladina tomó la lata. Saqué otro billete y lo metí a la máquina expendedora.

— La próxima invitó yo — me giré abriendo la lata para beber de su líquido y el pelinegro hizo lo mismo caminando a mi lado —: ¿lista para los exámenes?

Negué — Tengo miedo. Hace poco hicimos una practica con un maniquí y déjame decirte que después de ver a la chica salir del salón al baño a vomitar al ver la sangre falsa me da escalofríos que me de lo mismo.

— Eres buena — lo mire —: o eso esperó — reímos y lo empujé con mi hombro —: ¿siempre quisiste estudiar medicina?

— Si. Tenía la idea de estudiar fotografía o medicina. Pero la familia de mi padre me aconsejó que estuviera medicina ya que ellos me podían ayudar y pues no iba a desperdiciar ésta oportunidad.

— Entonces cuando termines la carrera tienes muchos lugares para hacer la práctica — asentí —: bueno querida esperó que todo te vaya bien.

Eso también lo esperaba porque no quería equivocarme en nada. Ryan lo hacía ver tan fácil que hasta mi me daba valor para seguir con esto pero al ver la fallas de los demás siento que seré una de ellos. Mi novio había estado estudiando en las vacaciones del año pasado así que esto para el solo era un repaso; pero para mí ¡Dios! Me sentía tan presionada.

Le di las gracias a la cocinera y salí con la bandeja de comida a una de las mesas de afuera donde Ayden ya me esperaba. El día estaba maravilloso con el sol de lo más alto con el cielo completamente despejado mostrando ese celeste perfecto. Llevé la ensalada a mi boca disfrutando de mi comida al igual que el pelinegro de Douglas hacía con su manzana con sus ojos verdes debajo de esos lentes en algún punto en el horizonte. Reí al verlo tan concentrando en algo, el chico levantó una ceja y me miró. Ayden era muy atractivo y ver su perfil más de cerca me hizo ver su parecido a su hermana.

— Tengo algo en la cara — reí —: sí, tus lentes.

Él río y se los acomodó — Qué graciosa.

Mientras reíamos en un momento desvíe mi mirada de él hacía el frente encontrando a un chico de cabello dorado, ojos verdes el cual caminaba con su mirada en su libro sin darse cuenta de todas las chicas que lo miraban embobadas. Verlo me hizo recordar de lo que paso hace dos noches atrás en el estadio cuando su amigo y mi novio lucharon. ¿Qué quiso decir Tomás?

Sí, estaba curiosa pues Christopher no solo era un chico que estaba metido en su propio mundo restándole importancia si nuetro planeta ardía. Él era como Ford y mi persona pues también tenía esa facilidad de leer a las personas como si fueran libros con páginas con dibujos. Pero solo teníamos poco tiempo de conocernos para creer algo que quizás solo eran ideas de mi estúpida cabeza.

Tiempo Perfecto ©✔[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora