Ryan
Mordí mi uña inquieto después de que París cortara la llamada. ¿Qué era lo que Ayden le quería enseñar? Muchas estupideces circulaban en mi cabeza. Comprendía que no debía actuar como un novio tóxico porque no quería ser así y aunque admito que en ocasiones me comportaba de esa manera, quería evitar que volviera a suceder ya que no era sano. Sin embargo, la idea de que Douglas estuviera cerca de mi chica no me gustaba mucho y no era porque no confiara en ella, al contrario pondría mi vida en sus manos si era posible mas en Ayden no le tenía mucha fe.
Conocía a Ayden desde antes de salir con su hermana, el chico podría ser muy tranquilo pero todos como siempre tienen un carácter el cual esconden detrás de un rostro apacible. Él cuando se enteró de lo que le hice a su hermana se enojó demasiado a tal punto que quería matarme. Tenía todo su derecho de hacer eso por lo que le hice a su hermana pero lo de asesinarme no sonaba totalmente metafórico puesto por la irá.
No se cuantos minutos pase de la misma posición caminando de un lugar a otro con preguntas en mi cabeza sin respuestas que mi compañero de habitación ya se estaba preocupando y cansando al no detenerme y él había dejar de ver su laptop para posar sus ojos azules en mi.
— Ryan me vas a marear.
— Entonces no me veas.
— Es difícil no hacerlo en un lugar pequeño — no me detuve —: Ford detente porque harás un hueco en el piso y no quiero pagar para arreglarlo.
— Jacob sería fácil sino me sintiera inseguro.
— Pues nada harás caminando de un lugar a otro — cerró su laptop y cuando llegue hasta su cama me empujó haciendo que cayera en la mía —: ¡basta!
— No es fácil.
— Si lo es. Si estas así por tu novia ve y búscala — lo mire —: No dejarás de moverte hasta que la veas y necesito hacer mi trabajo así que mejor ve a verla antes de que te asesine.
— Eso haré — me levante y el castaño solo asintio —: serás un buen loquero.
— Tomaré eso como un cumplido.
Jacob Cox era de segundo año, estudia psicología lo cual me encanta sacarlo de su cabales cada vez que puedo. Obedeciendo su idea – ya que soy un niño atractivamente obediente – trate de recordar el número de la habitación de ese chico cuando lo vi entrar una vez que salía de la habitación de Austin la cual esta en su mismo piso.
Miré los números en las puertas, gire para cambiar de pasillo cuando retrocedi cubriendome con la pared. Asomé mi cabeza sigilosamente viendo la espalda de la rubia quien charlaba con MacMan
— Un proyecto — dijo a lo que suponía que había respondido alguna pregunta —: ¿porqué el interés?
— ¿Ryan lo sabe?— escuchar mi nombre hizo que diera toda mi atención — Si yo fuera él estaría sumamente celoso.
No me gustaba por donde estaba yendo, tuve la intención de acercarme a ellos pero no lo hice por la respuesta de París.
— Pero no eres él — una sonrisa salió de mis labios, sabía que no estaba bien escuchar una conversación pero no podía evitarlo. Así que me quedé pegado contra la pared.
— Recuerdas lo que te dije ese día en tu garage — moví mi cabeza hacía un lado ¿de qué hablaba?
— Tomás...— advirtió París. —: ¡Ey!
Con cuidado asomé mi cabeza y sentí como mi sangre ardía en mis venas al ver lo pegados que estaban.
¿Por qué siempre tenía que verlos a esos dos juntos?
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Tiempo Perfecto ©✔[+18]
Teen Fiction[2 parte de "Chico Perfecto"] 𝙽𝚘𝚝𝚊: 𝙿𝚊𝚛𝚊 𝚎𝚗𝚝𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚜𝚊 𝚎𝚗 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚕𝚒𝚋𝚛𝚘 𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚊𝚛𝚒𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚕ean 𝙲𝙷𝙸𝙲𝙾 𝙿𝙴𝚁𝙵𝙴𝙲𝚃𝙾. °•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° Pensé que mi vida...