Corazón de Hierro

Cap 51 -- Perra.

Monica Rojas.

-- Acá está. -- Señaló la pantalla, los dos hombres a en la habitación se acercan y ven la grabación de seguridad del motel, a la afuera de la ciudad.

-- Se han estado viendo todos estos meses. -- Dice Fred sorprendido.

-- Rastreala.-- Le ordenó a Luther.

-- Bonita, deberíamos avisarle al coronel. -- Me dice Fred, lo volteo a ver y llevo mi dedo a mi boca.

-- Shhh. -- En señal de que haga silencio. Él sostiene su cabello con desesperación.

-- La tengo está en el segundo piso. Cuarto 16. -- Sonrió al oír la ubicación.

-- Tráeme una cubeta con agua fría y una toalla.--Señaló a Fred.

-- Y tú tráeme unas pinzas eléctricas. -- Le digo a Luther.

-- Mónica, detente. -- Me habla Luther. -- ¿Que vas a hacer? -- Pregunta temeroso.

-- Los espero en la habitación de esa perra. -- Doy la vuelta para irme sin dar más explicaciones. Pero entonces siento un agarre en mi brazo, levantó la vista y es Luther.

--¿Qué vas a hacer?-- Me exige una respuesta.

-- La voy a matar si es necesario. -- Me safó de su agarre y me largo. Escucho a ambos llamándome pero no le detengo.

Camino o más bien corro, no me espero a que el ascensor abra sus puerta doy la vuelta en busca de las escaleras. Trotó los escalones, logrando subirlos en tiempo récord.

Llegó hasta el área de cuartos del cuartel y busco la habitación que Luther me dijo. Logro dar con la puerta automática de metal con el número 16, sonrió. La puerta está cerrada pero eso no me detiene.

Me encaminó al escáner para empezar a hackerlo. Es un aparato sofisticado militar pero no eso no hará que me detenga. Soy una de las mejores hacker que hay aquí. Lo primero que hago es deshabilitar el escáner de huella, para que solo quede con la clave de seguridad.

Intento varios códigos, hasta que la puerta sede. Sonrió complacida

Entro al cuarto pero ella no está a la vista, doy la vuelta en mi eje, buscando alguna pista. Inspeccionó hasta que escuchó un carraspeo.

-- Disculpa, se te ofrece algo-- Me doy la vuelta, veo a la maldita en ropa interior.

-- Hola. -- Sonrió ampliamente con falsedad, caminó despacio hasta quedar al frente de ella. --Se me ofrece matarte perra regala. -- Dejo ir mi puño contra su mejilla, sin previo aviso. Ella trata de darse la vuelta pero agarro su cabello, estampó su cara dos veces contra la pared de concreto.

La presionó contra la pared agarrando su manos en una llave para que no se suelte.

-- Adivina qué. Ya me enteré que eres la zorra que se folla Demon Lerman. -- Ella se safa de mi agarra y se da la vuelta con brusquedad, agarrandome distraída.

Me suelta un puñetazo pero lo esquivó, se lo devuelvo con el doble de fuerza justo contra su nariz. Golpeó sus piernas haciendo que caiga de rodilla al suelo. Saco mi arma, quito el seguro, la apuntó.

-- ¿Dónde la tienen? -- Voy al grano.

-- ¡Pudrete!. -- Escupe sangre. Alzó el cacho del arma y lo dejó ir contra su cara.

-- Te mataré Brenda. -- Aseguro. De su cien empieza a salir sangre.

-- Hazlo, por que no te diré nada. -- Dice con seguridad, levantando el mentón.

Escucho sonido a mis espaldas pero no pongo atención levanto mi pie, doy una patada contra su abdomen haciendo que vuelva a caer al suelo. Ella se queja con dolor y maldice.