Natasha Petrov.
Corro de prisa para el baño, siento que la vejiga se me va a reventar. Me siento en la taza y hago mis necesidades. Suspiro aliviada.
Re acomodó la bata de dormir en mi cuerpo y voy al lavado, echó agua en mi cara para refrescarme. Tengo unas ojeras horribles, y tengo las mejillas regordetas. Siento que e subido más de diez kilos en estos últimos meses.
¡Embarazada.! ¡Estoy embarazada.!
Mi cuerpo a cambio, mis caderas se han enganchado y engruesado, mis bubis están más grandes y tengo mucha sensibilidad en ellas.
Agradezco internamente que las náuseas han disminuido, pero los antojos cada vez son mayores. Tengo una gran debilidad por todo lo que tenga chocolate.
Doña Ross me a hecho más de diez tartas y a cumplido cada antojo que le e pedido. La señora es una sol.
Camino de vuelta para la recámara, mi estómago está enorme y agradezco que Adrien tenga meses sin aparecerse acá, desde que me golpeó no lo he vuelto a ver, pero eso está bien para mi, por que de no ser así ya se fuera dado cuenta de mi estado, es inevitable que alguien no vea esta gran barriga que cargo, según mis cálculos tengo cuatro mes.
Pero cualquier persona que vea esta gran panza pensaría que tengo más.
Bueno, sólo son números mentales que he hecho sola, no soy doctora así que no se si están bien. Solo tengo un curso básico en primero auxilios, es mi única base en la medicina.
Niego riendo, cuando llegó a los pies de cama, veo la vívida imagen de Amanda. ¡Estoy loca!
-- Largo.-- Le digo. Cada vez que haces sus apariciones, la hecho. Genial hablo con muertos.
-- Ven acá, hermosa embarazada. -- Golpea el lado contrario de la cama. Niego mientras me montó a la cama, gateo hasta el lado contrario de la cama.
-- Estoy gorda. -- Me quejo, acomodandome en las almohadas.
-- Estas hermosa. -- Me halaga.
-- Ni siquiera estás acá, todo esto es parte de mi imaginación. -- Aseguró, mientras una lágrima rueda por mi mejilla.
Si eso también es un cambio, estoy tan sensible que cualquier cosa me hace llorar, cualquier recuerdo que llegué a mi mente me hace que termine a amarres de lágrimas.
-- Estoy acá hermosa, estoy para ti. Duerme. -- Me ordena. Asiento limpiando las lágrimas, recuesto mi cabeza en la almohada y cierro los ojos.
Unos minutos después el sueño, logra vencerme.
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Abro lentamente mis ojos, y me estiro sobre la suave cama. Bostezo perezosa. Lo primero que siento al estar despierta es hambre. Muero de hambre.
Busco el reloj con la mirada y agradezco al ver que la señora Ross no tardará en subirme el desayuno.
Me siento sobre la cama y vuelvo a estirar mis brazos. El embarazo me a vuelto tan perezosa, paso tendida en esta cama, comiendo o metida en la tina. En eso se basan mis días. Volver a mi rutina después de que esté bebé nazca será complicado, espero que recuperar mi figura no lo sea.
Me deslizó hasta el borde la cama para poder ir al baño, me coloco las pantuflas y a paso lento voy al cuarto de baño. Hago mis necesidades y pongo a llenar la tina con temperatura media.
Hecho los aromatizantes y jabones. Mi barriga está grande, no pareciera que tengo cuatro meses, parece que en cualquier momento voy a explotar. Este bebé es muy grande. ¡Malditos genes Scheneider!
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Corazón de Hierro
AksiNatasha Petrov y Dereck Schneider nunca se han cruzado, aunque pertenezcan a la misma milicia ambos siempre han trabajo en equipos diferentes, pero el destino les juega una mala pasada llevando los así a tener que trabajar juntos para poder derrotar...