Natasha Petrov
Me coloco los tacones, me levanto de la cama y me veo en el gran espejo que abarca la mitad de la pared de mi cuarto. Me gusta lo que veo, el vestido se amolda a mi cuerpo, no llevo mucha joyería solo un pequeño brazalete de diamantes blancos y unos pequeños aretes. Mi cabello lo deje suelto y llevo un maquillaje suave.
Suena el timbre, el sonido me saca de mis pensamientos.
Camino a abrir la puerta, seguramente son las chicas, dijeron que ya no tardaban en llegar. Abro la puerta y ahí está las tres.
Amanda viste un pantalón negro junto a una pequeña camisa de encaje. Unas sandalias altas totalmente trasparentes y el pelo lo llevo suelto.
Lucía lleva un conjunto que consiste en una falda negra que a un lado tiene tiras plateadas que caen al lado izquierdo por su muslo y una camisa corta del mismo color negra con tirantes de piedras plateadas. Lleva el pelo en una coleta alta. Tacones plateados y una pequeña gargantilla.
Por último, Mónica viste un despampanante vestido color rojo, que está ceñido a sus perfectas curvas, labial rojo y unos lindos tacones negros. Su pelo cae por un lado en un pequeño recogido.
─ ¡Listas, para embriagarnos! ─. Habla o más bien grita Mónica emocionada dando brinquitos sobre sus tacones negros de aguja.
Y no es pregunta.
Realmente hace mucho no salimos, hemos pasado de misión en misión. Sin tiempo de poder divertirnos a como lo hacíamos antes. Les doy mi mejor sonrisa, tuve un día y una semana cansada, entre todo el cambio del escuadrón y la actitud del coronel es peor, trato de olvidar el trabajo y centrarme en la noche que nos espera, porqué les prometí a mis amigas que saldríamos hoy a divertirnos así que pongo mi mejor cara.
─ Y buscar un hombre que me la meta en el baño del club. ─ Esas palabras claro que salieron de la boca de Amanda. Y la verdad es que su idea no suena mal.
¡Necesito eso!
Hace bastante que no veo otra polla que no sea la de Sebastián. Y ya me empieza a aburrir.
─ ¿Nos vamos? ─. Pregunta Lucía.
─ Si, voy por las llaves. ─ Hablo y me doy la vuelta para ir por mi bolsa la cual deje en mi habitación.
Ahí se encuentra todo lo necesario para irme. Cuando doy con ella, vuelvo a la sala en donde están las chicas.
─ Ya nos podemos ir. ─ Aseguro. Las chicas salen emocionadas, más Amanda y Mónica. Lucia espera a que cierre el departamento, cuando aseguro mi hogar empezamos caminar detrás de las rubias, vamos al ascensor, para bajar al estacionamiento por mi auto, se supone que luego del club las chicas se quedarán en mi casa a no ser que liguen y en terminen en otra cama.
Algo muy probable.
─ Por dicha logre conseguir entradas VIP. ─ Habla Amanda, al ya estar dentro del auto. Vamos a uno de los clubes más caros de la ciudad. Es bastante cotizado y cuesta ingresar.
─ ¿Llamaste a Max? ─. Le pregunta Mónica. Max es el gerente del club y Amanda ya anduvo por esa cama. Así que cada vez que quiere ir al club recurre a él.
─ Si, fue fácil convencerlo. ─ Nos cuenta. ─ Probablemente vaya a saludarlo, si no encuentro algo mejor. ─ Nos cuenta con vos coqueta. Río ante eso.
Amanda es hermosa, en realidad mis tres chicas lo son, pero Amanda sabe usar muy bien sus armas cuando quiere algo.
Mónica es parecida, pero no tan lanzada como Amanda obvio también usa sus tácticas para conseguir lo que quiere cuando algo o alguien le gusta, ellas se complementan muy bien.
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Corazón de Hierro
AksiNatasha Petrov y Dereck Schneider nunca se han cruzado, aunque pertenezcan a la misma milicia ambos siempre han trabajo en equipos diferentes, pero el destino les juega una mala pasada llevando los así a tener que trabajar juntos para poder derrotar...