Dos semanas después.
Dereck Scheneider
-- La prisionera Irina Lerman, será traslada a la prisión de ultra seguridad militar, hoy mismo. -- El juez da su veredicto. Y con el se van las últimas esperanzas de lograr un intercambio con Lerman, aunque claro todos sabíamos que el gobierno no iba a negociar con un mafioso de tan alto calibre.
-- Dereck. -- Mi padre coloca su mano en mi hombro y lo apreta. Tratando de reconfortarme.
Niego con la cabeza, mientras me levanto del asiento, y caminó hacía la salida del recinto. Escucho a mi padre llamándome por mi nombre pero hago caso omiso a sus llamados.
¡Ocupo un trago!
Voy al estacionamiento en busca del ferrari, presionó la alarma de mi auto quitando el seguro de las puertas. Me subo rápidamente, lo enciendo haciendo que su motor ruge, salgo a la velocidad de la luz del lugar.
Manejo por las avenidas de Alemania como si la vida me dependiera de eso, la descarga de adrenalina se siente por mi cuerpo, y el viento choca en mi cara.
Entonces los recuerdos empiezan a calar en mi ser, su sonrisa, su mirada. Todos los momentos juntos se reproduce en mi mente, cómo si de una película se tratara. Aquel primer beso, la primera caricia, ella envuelta entre mis brazos.
Siento que la e perdido.
Sostengo el volante con fuerza, maniobró una curba haciendo que las llantas derrapen con peligro, el auto se sale de la carretera y tengo que frenar de golpe para evitar chocar contra un árbol.
Golpeo con furia el volante, descargando todo mi dolor contra el auto, grito y jadeo dejando salir todo lo que e estado reprimiendo por todo este mes y medio, mis ojos se empiezan a cristalizar y las lágrimas salen como cascadas de mis orbitras.
La desesperación que siento en mi corazón por no tenerla con migo me está quemando por dentro, cada día que pasa siento que es más difícil recuperarla. Me siento inútil, siento que no e hecho lo suficiente para encontrarla.
Y saber que nuestros últimos días juntos se basaron en discusiones, me hace sentir peor, ella puede estar pensando que la engañe y eso me parte el alma.
Solo de pensar y imaginarme lo que ese imbecil le pueda haber hecho, me abrume. Quisiera poder borrar de mi mente, las fotos que encontramos en la mansión de Lerman.
El sonido de mi celular me devuelve a la realidad, reviso quien me está llamando. Veo que es Adam, corto la llamada sin pensarlo.
Paso mis dedos por mis mejillas, limpiando las gotas saladas que han salido de mis ojos. Respiro profundo antes de volver a encender el auto, retomo el carril de la carretera pero está vez a una velocidad considerable.
Llego hasta mi destino elegido, veo el letrero viejo del lugar con colores sobresalientes y la imagen de una rubia con grandes tetas plasmados al lado del nombre del bar.
Apago el auto, agarro la billetera, llevas y bajo del auto, hago sonar la alarma asegurondolo, para después dirigirme a la entrada principal. Cuando estoy adentro camino con paso firme hasta la barra.
-- Un whisky en las rocas. -- Pido al mesero, esté asiente y empieza a preparar el trago.
Tono asiento esperando mi trago, la música del lugar suena a volumen bajo, suelto la coleta de mi cabello y paso las manos por el desordenadolo con cansancio.
-- Su trago. -- El mesero me pasa el vaso de whisky con hielo.
Asiento con la cabeza en agradecimiento, agarro el trago entre mis manos y doy un sorbo grande, el líquido pasa por mi garganta quemandola.
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Corazón de Hierro
AcciónNatasha Petrov y Dereck Schneider nunca se han cruzado, aunque pertenezcan a la misma milicia ambos siempre han trabajo en equipos diferentes, pero el destino les juega una mala pasada llevando los así a tener que trabajar juntos para poder derrotar...