Natasha Petrov.
Las palmadas en contra de mis mejillas, me hacen despertar de la inconsciencia, parpadeo varias veces.
Me encuentro desorientada por varios segundos, trato de moverme pero mi cuerpo no cede, cuando recobró el conocimiento de todo, me topó con esa mirada penetrante, Adrien se encuentra apenas unos centímetros de mi rostro y no se qué muestra mi cara en estos momentos. ¿Miedo?¿Terror? No lo sé...
Pero la sonrisa de Adrien se engancha, el coloco su mano alrededor de mis mejillas apretandolas con su dedos.
-- Despertó la bella durmiente. -- Mi cerebro hace una recopilación de todo lo que a sucedido en las últimas horas. Trato de moverme y sacarlo de encima mío, pero mis manos están atadas a mis espaldas, además de que su cuerpo está presionando el mío, impidiendo que logre escapar de él.
--¡Quítate.! -- Trato de zafar el agarre de sus manos, pero en vez de soltarme presiona más mis cachetes.
Él sonríe antes de presionar mi boca contra la suya, cierro mis labios evitando a toda costa que me pueda besar, pateo, me remuevo como loca tratando de alejarlo de mi.
Su paciencia se agota al parecer, libera mi mejillas y boca, entonces lo siguiente que siento es su mano impactar contra mis mejillas en una doble cachetada. El golpe pica y arde, pero realmente prefiero los golpes antes que sentir su asquerosa boca.
-- Me das asco. -- Y sin miedo, lo escupo. Ganándome otro golpe.
-- Dime pequeña, ¿Dónde están tus bastardos?. -- Todas las alertas se encienden en mi cabeza y mis ojos se van a salir de mis órbitas. El lo sabe...
-- ¿Sorprendida amor?. Es una lástima que tus hijos crecerán huérfanos. -- Guardó silencio, mis labios forman una línea recta. Siento la mano de Adrien tocar mi pierna y apretarla.
-- No me toques. -- Trato de sonar firme, pero flaqueo en el intento.
-- Disfrute demasiado ver el auto rodar por los aires y caer al barranco. Espero que hayas escondido bien a esos malditos bastardos, porque acabaré con cada Scheneider's que quede, y ya acabé con su padre y abuelo. -- Mi respiración se detiene, mi corazón da un vuelco al escuchar su confección. ¿Qué hizo?
-- Los encontraré Natasha y los mataré. -- Todo el cuerpo me tiembla al oír su amenaza. -- Bueno, olvidémonos de esos bastardos y de su difunto padre. Ahora tú me darás lo que me pertenece. --Palizco al escucharlo, su mano asciende, alzando el borde de mi vestido y el pánico me atrapa.
-- ¿Qué haces? ¡Detente.! -- Suplico y muevo mis piernas tratando que sus sucias manos se alejen de mi cuerpo. Mis manos arden y las cuerdas dejarán marcas por todas mis muñecas, estoy segura pero aún así peleó en su contra tratando de detenerlo.
-- Adrien no... -- Suplico al sentir sus dedos subir y romper la tela del vestido. Suplico y imploro, mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas al saber sus intenciones.
¡Estoy perdida.!
--P- por favor para. -- Gritó entre lágrimas, sus manos llegan a mis bragas y las despedaza. Dejándome desnuda de la cintura para abajo.
-- Callate perra. -- Grita exasperado. Su mano se alza y el puñetazo impacta contra mi mejilla. Todo mi cuerpo se pone rígido, lo veo abrir su bragueta y el pánico total me embarga.
--No lo hagas, por favor. -- Suplicó con voz quebrada. Pero el nisiquiera me pone atención, sus dedos se cuelan por mi entrepierna, es suave pero aún así yo me siento a morir.
Suplico, lloro, grito pero él no me pone atención.
-- Te lo ruego. ¡Por favor! -- Es lo último que logro decir antes de sentir la penetración palpante de sus dedos en mi interior.
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Corazón de Hierro
AcţiuneNatasha Petrov y Dereck Schneider nunca se han cruzado, aunque pertenezcan a la misma milicia ambos siempre han trabajo en equipos diferentes, pero el destino les juega una mala pasada llevando los así a tener que trabajar juntos para poder derrotar...