Corazón de Hierro

Cap 57-- Perdida.

Dos meses después.
Nayba, República de Sajá, Rusia.
Natasha Petrov.

Tranquila eso respiro, mucho tranquilidad a dolido como el infierno dejar todo y a todos atras, pero en este momento me siento tan plena, feliz y tranquila, que siento que todo sacrificio a valido la pena.

Escuchar el choque de las olas contra la rocas a lo lejos, la brisa fresca chocando contra mi cara, mis bebes durmiendo plácidamente y yo totalmente relajada en un bikini bajo una palmera.

E vivido los mejores meses de mi vida en años, viendo el crecimiento de mis bebes, cada sonrisa, cada momento, cada cosa nueva que aprenden no me e perdido nada.

Se que todos deben de estar odiandome, el por abandonarlo y golpearlo. Jhon y Adam por engañarlos y marcharme sin decirles mi destino. Mónica por que no e sido capaz ni de llamarla.

-- Estas pensando en el otra vez. -- Dice Lucía.

-- Como no hacerlo, los has visto. -- Señalo a los gemelos. -- Son como una copia suya. -- Digo lo obvio.

-- Si, cada día sus rasgos son casi iguales. Parece que los hizo con pincel. -- Asiento. -- Aunque estoy segura que los hizo con otra cosa. -- Habla con doble sentido, no puedo evitar reír.

--¡Ay cállate!, ¿qué hay de Jack? -- Cambio del tema.

-- No lo sé, se acabó. -- Susurra pensativa.

--¿Estas segura ?-- Pregunto, se le sale por los poros lo enamorada que está.

-- Si el ahora tiene alguien más importante por quien preocuparse. -- Puedo ver el dolor en su rostro, así que me detengo.

-- Salud, por los amores que no pueden ser. -- Levanto la limonada y la choco con la suya. Siento movimiento a mi lado volteo es Theo, se a despertado. Se mueve risueño y con pereza.

-- Hola bebé hermoso. -- Sonrie al escucharme enseñándome sus encías. Juguetea con sus manos y pies, alzandolas en el aire.

Ellos son como un reloj, por despertarse uno, los demás no tardan en hacerlo también. Thayra es la más inquieta, Theo es muy jugueton y Thiago es muy risueño. Pero en carácter tienen esa combinación de ambos, que es la vívida prueba que son nuestros.

-- Nat, Nat. -- Escucho la voz agitada de Din llamandome, volteo y lo encuentro corriendo hacia nosotras.

--¿Qué sucede? -- Pregunto. El llega jadeando del cansancio.

-- Paso algo grave en Alemania. -- Sus palabras me ponen alerta.

-- HABLA, habla sin rodeos Dinxon. -- Chillo al borde de un infarto.

-- Es Dereck, el sufrió un atentado anoche. -- En ese momento siento que el mundo se me a vuelto a desboronar.

-- Adrien. -- Respondo con seguridad, no necesito que nadie me lo digo estoy segura que fue el. -- ¿Esta bien?--Pregunto con esperanza.

-- No lo sé... solo se que fue un tiroteo en su contra.-- Me levanto de la sábana blanca, le arrebató al teléfono a Din, y me alejo de ellos.

Con manos temblorosas, marco el primer número que viene a mi cabeza. El tiene que estar bien, me repito, el esta bien, el padre de mis hijos está bien, el hombre que amo esta bien, debe de estar bien.

El tono de llamada me desespera, se me hacen eternos los minutos esperando que me respondan.

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Cuartel general, Alemania.
24 horas antes.
Dereck Scheneider.