Mi diablesa siempre viste de rojo (Juliantina G!P)

Capitulo 14

A Valentina le podía la culpabilidad, Juliana de cierta forma estaba drogada y era como aprovecharse de alguien que no estaba en sus plenas facultades... bueno, en sus plenas facultades físicas estaba:

— sea lo que sea— comenzó a decir con voz ronca mientras se desabrochaba la hebilla del cinturón y el botón del pantalón vaquero, se bajó la cremallera y terminó de liberarse de esa fuerte opresión que ejercía la tela sobre su endurecido miembro— lo que me quieras decir puede esperar después

Valentina miró su pene erecto e incluso latente, la palma de su mano dominante hormigueó anhelando tocarla, masturbarla y matarla de placer, sin embargo, seguía sin disiparse ese sentimiento de culpa:

— Juliana, debes saber que...

Quería ponerla en aviso de que estaba bajo los efectos de la pastilla que le había dado la loca de Gadot. Juliana silenció a Valentina posando su dedo índice en sus labios y acto seguido lo sustituyó con un beso ardiente, tal y como hizo la otra madrugada. Valentina cerró los ojos y dejó escapar un leve gemido en sus labios:

— Entiendo— comenzó a decir Juliana mientras procedía a desabrochar los primeros botones de su blusa—que tomaras la decisión de revertir la operación de ligadura de trompas— Valentina abrió los labios para hablar, pero una vez más fue silenciada— no estoy enfadada Valentina— impaciente acabó abriendo de golpe la blusa de Valentina, haciendo que los botones restantes salieran disparados y para que mentir, ese gesto hizo que el sexo de Valentina ardiera, como si su humedad fuese lava y su sexo el volcán que está a punto de explotar— no tienes ni idea de las ganas locas tengo de cogerte— Valentina dejó escapar otro gemido y sin poder controlarse más se abrazó a la vaquera totalmente desatada— de saborearte— siguió diciendo entre gruñidos antes de lamer la línea de sus labios— y sentir tu lengua recorriendo mi endurecida polla hasta correrme en tu boca

— ¿quieres que te la chupe? — preguntó con erotismo la rubia antes de lamer su labio inferior— pídeme que te la chupe hasta correrte en mi boca

Juliana atrajo más a Valentina, haciendo que esta se derritiera al notar su endurecido miembro presionando su abdomen bajo:

— No te voy a pedir tal cosa, Valentina— las manos de Juliana no estaban quietas sobre el cuerpo de Valentina— en su día me querías dominante y hoy me tendrás así— y esa fue la frase que terminó por echar a perder la ropa interior de Valentina—arrodíllate y utiliza esa boquita como bien sabes hacerlo

Una corriente eléctrica recorrió por todo el cuerpo de Valentina, se había excitado tanto que sus pezones terminaron de endurecer, emitió un pequeño gruñido y obedeció a la orden de Juliana, arrodillándose, en un principio besó su abdomen bajo, mientras que acariciaba su miembro con su mano dominante, besando cada centímetro de piel hasta exponer un poco la base de su sexo para recorrerlo con su lengua, justo la línea divisoria invisible de sus testículos. Juliana cerró los ojos y apoyó las manos en el borde de la mesa que estaba detrás de ella, disfrutando de las sensaciones que estaba experimentando su cuerpo cuando la lengua de Valentina empezó a recorrer su miembro, haciendo un leve stop justo en el frenillo, haciendo movimientos circulares con la punta de la húmeda lengua y rodeando el glande, conforme fue introduciéndose el miembro en la boca comenzó a masajear el perineo con los dedos pulgares. Juliana se llevó un puño a la boca y dejó escapar un suspiro, sobre todo cuando escuchó el sonido excitante que hacía Valentina con la boca cada vez que se introducía su miembro:

— Joder, Valentina

Musitó Juliana mientras movía la pelvis, agarró la mano de Valentina que estaba en su cadera, debatiéndose en su fuero interno, por una parte, le excitaba la idea de acabar en su boca, la otra parte quería atraerla, sentir su cuerpo pegado y hacerla disfrutar entre embestidas mientras devoraba su boca. Valentina presionó un poco el perineo provocando que su debate interno diese finalizado: