Mi diablesa siempre viste de rojo (Juliantina G!P)

Capítulo 2

Aquel día Valentina se controló por Juliana, era consciente de que la vaquera se ponía mal cada vez que su madre y ella discutían. En antaño Juliana hubiera mediado por alguna de las dos, mayormente a favor de Valentina, pero actualmente no tenía cabeza ni paciencia para interrumpir en las constantes discusiones entre suegra y nuera.

Lupe tenía sus motivos para tener a Valentina un poco atragantada, no es que decidiera ponerle la cruz así como sí, fue de manera progresiva, primero fue que hizo sufrir a su hija, después que le arrojó a la vida llena de pecado, primero manteniendo relaciones fuera del matrimonio y después teniendo hijos fuera del matrimonio, eso bueno podía tener un pase con el tiempo, pero nuevamente vio cómo su hija estaba afectada tiempo antes del accidente y por los comportamientos erráticos de Valentina, para que saliese a la luz de que se drogaba que según Valentina nunca hizo tal cosa y que fue víctima, pero la duda y el "mientes" estaba en la cabecita de Lupe, pero lo que no podría perdonar es que mintiese a Juliana descabelladamente cuando le hizo creer que no había ninguna operación que le diese la oportunidad de devolverle la vista.

Entendía un poco la postura de Valentina, de tener miedo de que algo salga mal en la operación y Juliana falleciese, pero conocía a Juliana, sabía que era fuerte, que saldría adelante en esa operación por sus hijos y admitiéndolo a regañadientes, por Valentina, porque es la mujer con la que decidió compartir su vida. Claro que Valentina era consciente de algunos puntos, Lupe no deja de llamarla pecadora, otras opiniones se las guardaba. De todas formas, muchas de las cosas que les ocurría lo achacaba al Karma divino, que por otra parte le afectaba, era su hija y sus nietos los que estaban pagando las malas decisiones de esa mujer, como no bautizarlos, le aterraba la idea de que su nieta se fuese a otro mundo llena de pecado porque decidieron no bautizarla. Aunque después de conocer a los padres "libertinos" o mejor dicho la madre adoptiva libertina de Valentina, no se le podía pedir peras al olmo.

Para Valentina la madre de Juliana era, insufrible como las enormes hemorroides sangrantes, una bruja sin empatía es una controladora que aborrece la idea de no poder controlar la vida de Juliana, cosa que podía hacer cuando su hija estaba con Liah, aunque Liah controlaba la vida de Juliana, ésta también era controlada por Lupe y con Valentina esas cosas no cuelan.

Aunque al menos, Valentina sacó provecho de aquello ¿querían cuidar de sus nietos? Sus nietos, tan culos inquietos con su trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Casi los consideraba como su pequeño ejército que va a destruir la paciencia de la abuela, que sí, que ya tiene la experiencia de criar a dos Valdés, pero no a esa edad tan mayor y con dos mellizos y una gemela de diferentes edades. También le vino bien porque podría estar pendiente de Julia y no estar preocupándose por la salud psicológica de sus empleadas, que debían de tener ojos hasta en la nuca.

Una mañana Juliana estaba en el despacho con la doctora Gadot, había días en los que solo tenía sesiones con Juliana, otras con Valentina y al menos dos días a la semana era en pareja. Así pues, esa mañana su suegro se acercó y le tocó atenderle a solas, al menos con él Valentina se mostraba más relajada, a diferencia de Lupe la relación con él era más cordial, como decirlo para entenderlo mejor, la personalidad de Macario era parecida a la de Juliana, un trozo de pan que acabó casado con una mujer endemoniada.

El hombre se sentía apenado, amaba a sus nietos y le daba igual disfrazarse de princesita para jugar con sus nietas o aprender a manejar las nuevas tecnologías para jugar con Mateo, pero una cosa era disfrutar de sus nietos un fin de semana y otra era tenerlos todos los días, ya estaba mayor para gastar tantas energías:

— ¿Qué opina Lupe de todo esto?

— Es demasiado orgullosa como para admitir que ya está demasiado mayor para ocuparse de los niños cada día...