Capitulo 8

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Valentina rio entre dientes, sentía que su vaquera estaba volviendo de nuevo, poco a poco y no porque le daba más mimos, que también todo hay que decirlo, sabía que volvía a ser la misma porque tenía esa capacidad de distraerla y convertir una situación llena de tensión y dolor en un momento más liviano. Comenzó a seguir la línea de la mandíbula de Juliana beso a beso hasta alcanzar sus gruesos y suaves labios. A ver, estaban en un hospital, no iban a liarse en plan gacelas en celo, pero tampoco se besaban tan castamente, como para que una señora con sus creencias religiosas lo viese como una actitud poco correcta, era un sitio público donde podría haber niños, no es porque fuese una pareja de dos mujeres, para ella esas actitudes demasiado pecaminosas debería hacerse más íntimamente sea quienes sean, sobre todo cuando vio como Valentina... porque obvio que Juliana no estaba haciendo nada, a forma de ver de Lupe, su hija era la victima de la rubia... que le metió la lengua en la boca descaradamente. Lupe que estaba sentada en la silla observando recelosa la escena desde lo suficientemente lejos para no oír lo que hablaban, se dispuso a levantarse y darles el buen sermón, sin embargo, Lucia que estaba sentada a su lado, le agarró del brazo e hizo que se sentara de nuevo:

— Deje a las muchachas en paz

— ¿Qué las deje? — preguntó molesta la mujer antes de señalar la escena del matrimonio besándose— ¿Cómo puede permitir ese comportamiento? Es su hija, edúquela

Lucia la miró en plan "está loca":

— Solo es un beso entre una pareja casada— respondió la madre de Valentina, que no se mordería la lengua como lo hacía su hija— actualícese

— ¿Beso? Eso no son besos, es porno

Siguió diciendo escandalizada la mujer, solo le faltaba agarrar el rosario de la virgencita Guadalupe y rezar:

— Pues mucha pornografía no ha visto usted— musitó Lucia levantándose de la silla— anda, vamos por un té para usted que la veo acercándose a nuestras hijas para rociarlas con el agua bendita

Era la mujer de Jacobo, estaba acostumbrada a tratar con gente burra. Aunque Jacobo en la vida mencionaría la palabra "Diosito" prefiere quedarse en casa tocándose los huevos en vez de ir a Misa todos los domingos, un acto que no se perdería Lupe y si por un casual no podía ir a la iglesia, aprovechaba a verlo retransmitido desde su smartphone, era la era de las tecnologías, así que, no sería de extrañar encontrarse a Lupe Valdés rezando un ave maría mientras veía al cura youtuber Smdani.

Por fin, tras la larga espera, eterna para las madres de Julia, llegó a su fin. El cirujano por fin salió a informar sobre la situación:

— Familiares de Julia Valdés Carvajal

Valentina agarró la mano de la vaquera y se acercó al cirujano, muy distinto al oncólogo que les atendía, este era mucho más joven y parecía que en sus horas libres las invertía en cuidarse, pues era de complexión musculosa o al menos es lo que aparentaba debajo de su traje de cirujano, no es que Valentina se vaya fijando en esos detalles en esos momentos, tenía el pelo rapado y una perilla poco favorable estéticamente hablando:

— Somos sus madres

Aunque el cirujano miraba de vez en cuando a Juliana, mayormente le hablaba a Valentina, quizás porque la rubia si le miraba directamente y le resultaba más cómodo a la hora de comunicarse:

— La cirugía ha sido todo un éxito— ambas suspiraron de alivio y sonrieron— en un principio fue complicado, es una pequeña muy inquieta, tuvimos que esperar a que la anestesia le hiciese efecto— Valentina contuvo las lágrimas de emoción y no era la única, las abuelas estaban en segunda fila escuchando, tanto así que izaron la bandera blanca como tregua y se abrazaron de alegría— ahora es cuando más atentos debemos estar, las siguientes semanas son muy importantes, casi más que el propio trasplante. Ahora mismo Julia no tiene sistema inmunológico, podría morir con un simple resfriado...

Mi diablesa siempre viste de rojo (Juliantina G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora