La mujer agarró la mano de la vaquera y le dijo por lo bajo:
— Mejor estar presente de esta forma que estar ausente en la vida de todos los que te amamos.
— Lo sé
Admitió Juliana en voz baja, aunque no sonó muy convencida la verdad.
Estuvieron hasta tarde hablando, más bien fue Julia la que hablaba sin cesar, definitivamente estaba mejor, habló de jugar con sus hermanos, de volver al colegio, de ir a al siguiente viaje con sus hermanos a Pecos para ver a sus primos, también entregó su carta para Santa para que sus madres la entregasen, aún faltaban un par de semanas, pero ella ya lo había escrito y es normal, estuvo hospitalizada semanas.
Juliana regresó con Lucia y Valentina se quedó con Julia, la niña se emocionó de tener a su mami esa noche a su lado, su abuela era divertida, pero en ocasiones se pasaba de cariñosa, ya estaba llegando la hora de dormirse y le tocó a la rubia discutir primero, luego acabó negociando, la joven Julia estaba en una habitación sin gastar energías que poco a poco fue recuperando, era normal que no tuviese mucho sueño a la hora de dormir. Al final tocó negociar, ella trataba de dormirse y al día siguiente Valentina le compraría un dulce:
— Mami— Dijo la niña mientras Valentina le arropaba— ¿mamá también se va a curar?
Valentina puso cara entristecida y negó con la cabeza:
— Hay enfermedades que no se pueden curar
— ¿Por eso estaba triste?
Valentina puso cara de desconcierto:
— Cariño, mamá y yo estamos muy contentas de que por fin vas a regresar a casa
La pequeña negó:
— Tenía los ojos tristes, como la que pone Mariana o Valeria cuando están mal
Valentina terminó de arropar a la pequeña y depositó un beso en su frente:
— Mañana seguimos hablando
Valentina se iba a sentar cuando:
— Mami
— ¿si mi vida?
Volvió a acercarse a la cama:
— Me alegro de que mamá y tu volváis a quereros.
Valentina volvió a arrugar la frente, esa pequeña no dejaba de sorprenderla:
— Mamá y yo nunca nos hemos dejado de querer.
La niña miró incrédula a Valentina:
— Buenas noches, mamá
Después de dar muchas vueltas, de volver a hablar a su madre como si le hubieran dado cuerda, de fantasear conque estaba en otro escenario y jugar sobre la cama, consiguió dormirse. Valentina miró a la niña que estaba destapada totalmente dormida y la arropó por quinta vez, al menos en esta ocasión tenía la seguridad de que no volvería a destaparse. Agarró el teléfono móvil que estaba guardado en el bolso y marcó el número de Juliana. La primera vez pareció equivocarse de botón y cortó la llamada, la segunda vez descolgó mientras renegaba entre dientes, últimamente era lo más común en Juliana que cometiera esas "torpezas":
— ¿Quién?
Valentina dibujó una sonrisa picarona, se alejó de la cama de la niña y le habló con voz erótica:
— ¿Estoy hablando con Juliana Valdés?
Juliana mantuvo el silencio durante unos segundos y respondió cambiando el tono de voz de enfado a uno más coqueto:
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Mi diablesa siempre viste de rojo (Juliantina G!P)
FanfictionLa ultima parte de la trilogia "El diablo viste de rojo" La segunda parte nos dejo con muchas incógnitas que nos ira desvelando esta parte, un desenlace que ira mas cargado de humor que la segunda parte. Esta historia NO me pertenece, es una adaptac...