Capitulo 15

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Se levantó demasiado rápido y por unos breves instantes sintió sus piernas flaquear:

— Yo no he tenido nada que ver y menos si sabes que reniego de todo lo que tenga que ver con las drogas, sabes que no lo apruebo.

La vaquera se sentó y apoyó los codos en las piernas:

— Pero lo sabías, porque no noto que hayas reaccionado con mucha sorpresa

Valentina comenzó a defenderse:

— Yo estaba desahogándome con Gadot, tenía miedo de que te alejaras después de confesarte lo de la reversión cuando me dijo que te había dado una pastilla— se adelantó cuando vio que Juliana iba a rechistar— me dijo que hacia un poco efecto viagra— se cruzó de brazos— intenté decírtelo, para que no pensases que me quería aprovechar— Juliana alzó una ceja— pero casi se puede decir que fue al revés, has roto una de mis blusas favoritas.

Juliana estiró un brazo e hizo un gesto con la mano:

— Ven

No fue una orden, más bien lo dijo como petición, aun así, Valentina se mantuvo con los brazos cruzados ¿creer que era tan necesitada de sexo como para usar drogas? ¿quién se había creído? Y más si podía hacer algo como ir al ático y sacar sus juguetes:

— No— se negó sorprendiendo a Juliana— tengo ganas de comer, si tanto crees que me hace falta drogarte para follarte ahora vas y te das amor tu solita— se iba alejar— y mañana te busco el huevo para que no se te hagan cayos en las manos.

— Valentina

Llamó Juliana, pero la rubia la ignoró y fue directa a la cocina, así, como diosito la trajo al mundo, completamente desnuda, sudorosa y oliendo a sexo del guarro. Era Valentina Carvajal, no había sido agresiva en los últimos meses por dar espacio a Juliana, eso no quería decir que su orgullo hubiese desaparecido y empezaba a cansarse. Abrió la nevera para ver que había, la chica que había ido a comprar al parecer se llevó la compra con ella, tampoco le apetecía cocinar, se quedó mirando un taper de cristal donde había una nota, reconoció la letra de Indra, resultó que era un pastel de carne que había hecho para Juliana, ya que era su comida favorita, se encogió de hombros y pensó "¿Por qué no? Que se joda" lo destapó y lo metió en el microondas.

No habían pasado ni dos minutos cuando Juliana entró tanteando para no chocar con nada, movía las aletas de la nariz y puso expresión de sorpresa:

— Eso es el pastel de carne que me trajo mi madre

— No me digas

Dijo Valentina con cierta ironía:

— Eso es mío

Juliana se puso con las manos en jarra, Carvajal volvió a poner ojos como platos al ver que Juliana estaba otra vez excitada, a ese paso iban a cubrir todo el cupo de un año en una noche:

— Te jodes— se mantuvo en su lugar e ignoró su erección— Todo lo que hay en esta casa es de las dos— se escuchó la alarma del microondas indicando que ya había acabado de calentar— Tengo hambre— sacó la comida del microondas y un tenedor del cajón de los cubiertos— la próxima vez pones a tu madre en su lugar para que deje de joderme— engulló un trozo de carne y antes de tragarlo todo— porque seré yo quien acabe contestando de mala gana

Terminó de pasarse lo que tenía en la boca y antes de proceder a cortar más carne fue sorprendida por Juliana que la abrazó por la espalda, poniendo su piel de gallina cuando sintió su cálido aliento rozar su oreja:

— ¿no te has fijado que últimamente apenas te dice nada? al menos delante de mí— besó su mejilla— le dije que si seguía faltándote el respeto acabaría perdiendo a sus nietos y a mí.

Mi diablesa siempre viste de rojo (Juliantina G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora