Fueron a cenar a Snake River, un restaurante cuyos platos estrella son la carne, el adorno era igual que el hotel, cómo si hubiera salido de una película del oeste y entraran a un rancho, las mesas de madera eran cuadradas y estaban vestidas con manteles blancos. Valentina pasó una ceja y pasó las manos por el mantel con ligeros relieves, pasando por su cabeza un pensamiento un poco absurdo, pues pensó en el dinero que se gastarían en la lavandería, sonrió con un poco de malicia al imaginar traerse un día a sus sobrinos e hijos, no se salvaría ni un mantel:
— estás muy callada— dijo Juliana, mientras apoyaba los brazos en la mesa— ¿en que estás pensando?
Valentina miró a Juliana, se había quitado el sombrero y puesto sobre la mesa, quedando un mechón revoltoso:
— no han pasado ni 24 horas y ya hecho de menos a nuestros pequeños diablillos
Juliana dibujó media sonrisa:
— yo también
Valentina se mordió el labio inferior y contempló más detenidamente a Juliana. Dejó caer uno de sus zapatos y con pasmosa sensualidad comenzó a acariciar su pierna derecha con el empeine de su pie. Juliana sé sobresaltó hasta que se percató de lo que estaba ocurriendo. La vaquera tragó saliva y se movió nerviosa, no escuchaba a gente demasiado cerca, pero estaba segura de que en el salón había gente:
— Valentina
Susurró algo nerviosa e intentando no llamar la atención. Valentina amplió su sonrisa picarona:
— ¿qué?
Preguntó tontorrona mientras subía su pie por la pierna de la vaquera:
— Aquí les traigo sus platos— interrumpió la camarera del restaurante— hamburguesa sin pan— dijo poniendo el plato enfrente de Juliana— y solomillo en salsa de vino y frutos rojos.
Valentina se puso de nuevo el zapato y miró la comida, tenía buena pinta y dado que Mariana no estaba presente, aprovecharon a comer toda la carne que quisieran, pues tenía una capacidad de mirar fijamente hasta el punto de hacer sentir mal.
Valentina movió las aletas de la nariz, a Juliana le llegaba el olor de la salsa en conjunto, Valentina llegaba a oler el ingrediente más fuerte, el vino seguido de los frutos rojos, hasta el punto de empacharse solo con el olor:— huele bien, debe de tener buena pinta
Dijo Juliana cortando la hamburguesa, Valentina se tapó la boca con el reverso de la mano, no es que estuviera devuelta, pero tampoco le invitaba a comerlo con entusiasmo:
— si
Dijo con menos entusiasmo que Juliana. La vaquera paró de cortar la carne y dibujó media sonrisa, no podía ver, sin embargo, fue como si viviera un deja vu. Justo en la época en que estuvo embarazada de las gemelas:
— toma mi plato
— No hace falta
Comenzó a decir apenada la rubia:
— Valentina, te conozco— levantó un poco el plato— toma
— espera
Dijo Valentina antes de trocear uno de los solomillos y hacer el intercambio de platos, al menos las hamburguesas no olían tan fuerte. Juliana trinchó un trozo de carne y dibujó media sonrisa:
— Recuerdo que te pasaba lo mismo cuando estabas embarazada de Julia y Valeria
Valentina se introdujo un trozo de carne en la boca y sonrió:
— cierto, con Nate me pasó lo mismo— suspiró— debí de sospechar en el momento en que empecé a oler la resina del Pino de navidad— en el momento en que vio que Juliana se ponía un poco seria— Juliana todo va a salir bien y seguirás siendo una madre maravillosa
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Mi diablesa siempre viste de rojo (Juliantina G!P)
FanfictionLa ultima parte de la trilogia "El diablo viste de rojo" La segunda parte nos dejo con muchas incógnitas que nos ira desvelando esta parte, un desenlace que ira mas cargado de humor que la segunda parte. Esta historia NO me pertenece, es una adaptac...