Mi diablesa siempre viste de rojo (Juliantina G!P)

Capitulo 3

Valentina miró a Juliana, aparte de que le llegó el hedor de cerveza, vio que parte de la ropa de Juliana estaba mojada y en el suelo estaba el bote volcado formando un pequeño charco, sin responder a la pregunta de Juliana:

— Voy a por una jerga, no te muevas— pidió de manera casi abatida— no vayas a pisar el charco.

— Valentina...

Detuvo a la rubia, en un principio estaba dispuesta a pedirle que subiese otra cerveza, sin embargo, no termino de hacer la petición:

— ¿Qué?

Juliana aún estaba tensa por el enfado, pero por demostrar que no se refugiaba en la bebida como dijo Gadot:

— Nada, solo quería saber si Julia sigue con el profesor

— Ya estará a punto de irse y tú deberías cambiarte, recuerda que hoy viene tú profesora de Braille— Juliana iba a dar unos pasos— Pero aun no, espera que lo limpie.

Hasta para eso Juliana se sintió culpable, debería ser ella capaz de limpiar ese desastre y no Valentina. Tanteó a su alrededor hasta que se sentó de nuevo.

Valentina Regresó, limpió el desastre que montó Gadot e intentó averiguar qué era lo que había ocurrido, pero Juliana no quiso darle importancia. Le guio hasta el baño y le acercó una camisa limpia, no solo eso, también le ayudó a quitarse el pringue:

— No hace falta que te molestes...

— Aguanta ese ego— dijo Valentina un poco huraña— sabes que para mí no es ninguna molestia— pasó sus manos por los hombros antes de abrocharle los botones— en la salud, en la enfermedad y hasta tu cabezonería.

Juliana le agarró de las manos:

— Valentina— La rubia esperó otro comentario autocompasivo— crees que no valoro lo que estás haciendo, pero lo hago, es solo qué...

— ¿Solo tienes qué? — Valentina miraba fijamente a Juliana, esperando una respuesta, que según la expresión que ponía no se la iba a dar— ni te haces a la idea de lo mucho que añoro tus besos, tus abrazos, lo mucho que te extraño.

— Te abrazo

Dijo con voz seria la vaquera y era verdad, le abrazaba cuando estaba profundamente dormida o cuando Valentina veía una película de miedo y no porque le saliera del alma, es un acto reflejo de la rubia, cuando una tiene miedo se aferra a Juliana, aunque esta en alguna que otra ocasión dijo que mucho no podría defenderla que si había un ataque zombie que cogiese a los niños que no se daría cuenta si una horda de bichos carnívoros iban a comerla.

Valentina agachó la cabeza y se dispuso a alejarse y marcharse fuera del baño cuando Juliana le siguió consiguió agarrarle del brazo para que volviese a mirarle e intentó alzar su mano para acariciarle, solo que calculó mal y sin querer acabó metiendo un dedo pulgar en uno de sus ojos:

— Auch

Se quejó la rubia mientras se llevaba una mano al rostro se restregó el ojo que había recibido la intrusión, éste le comenzó a llorar. Juliana al darse cuenta de lo que había ocurrido puso cara arrepentida:

— Mierda, lo siento— volvió a poner cara afligida, por poco e imita a Edward Cullen con su sufrimiento eterno— ya soy incapaz de besarte sin accidentarte.

Valentina aun con la mano en su rostro dejó escapar una risita, se acercó hasta Juliana aferró su rostro y rompió la distancia hasta quedar a escasos centímetros, justo donde la vaquera podía sentir el cálido aliento de la rubia:

— Bésame

Juliana actuó de manera más precavida y rompió la poca distancia que quedaba hasta sentir los suaves labios de Valentina, ésta se abrazó a Juliana y entreabrió los labios demandando mucho más, Juliana pasó sus manos por la espalda baja de Valentina y le devolvió el beso, en un principio tanteando con dulces roces, dispuesta a introducir su lengua para encontrarse con la de Valentina cuando una de sus empleadas del hogar interrumpió: