Capítulo 16 "¿Estás borracha?"

61.9K 4.4K 1.4K
                                    

Una vez llegado a nuestro destino, Justin aparca su coche en el aparcamiento y nos encaminamos hacia la cola. Ahora mismo me arrepiento de no haber cogido la chaqueta, las noches de otoño empiezan a ser más frías. 

—No hagan cola, el tipo de la puerta me conoce —nos avisa Justin mientras nos colamos. 

Justin se presentó hacia el portero y nos hizo un gesto con la mano para que pasáramos .Al entrar, noté como la música estaba demasiado alta, las luces demasiado bajas y la gente amontonada bailando mientras se emborrachaba. 

Menudo plan. Es la primera vez que entro a una discoteca. 

—Esperen aquí que os traigo unas bebidas —nos sonríe para luego encaminarse hacia la barra. 

—¡A mí tráeme agua! —grito en vano. 

La música está demasiado alta. 

—Grace tienes que empezar a beber como los adultos, un sorbo de Vodka o Tequila no te irá mal, tienes que liberarte —me dice como si tuviera 5 años. 

—Harper, no soy como tú, yo no sé "liberarme" —hago unas comillas con mis dedos y ella sonríe ignorando mi comentario—. Y beber no te hace ser más adulto. 

Justin aparece con 3 vasos de un color llamativo. Me tiende un vaso y ante las miradas de ellos, tomo un sorbo. Mi cara de asco hace que los dos se empiecen a partir de risa. 

—Me iré un poco a la pista de baile con Justin, cuando te sientas preparada, te vienes —me dice Harper, dejándome sola entre la multitud. 

Tenía que saber que esto iba a pasar. En cuanto Harper empieza a beber, no hay quien la reconozca. 

Voy dando sorbos a la bebida que tengo en mis manos mientras me acerco a la barra. Al menos podré sentarme. 

—Hey guapa, ¿quieres que te invite a algo? 

Giro la cabeza y veo a un chico joven esperando mi respuesta. Su cabello rubio y ojos verdes me hace ver perfectamente que se trata Jacob, el hermano de Shidney. 

—No gracias, estoy servida —le muestro el vaso. 

—¿Qué es? —se acerca más a mí. 

—No lo sé, me lo ha dado un amigo —alzo los hombros dando otro sorbo, esta vez ocultando la cara de asco. 

—Tú amigo no sabe beber, deja que te invite yo a lo que viene ser una bebida decente. 

Antes de que pudiera decir algo, llama al camarero y pide  Vodka con algún zumo.

El camarero me tiende el vaso y yo lo cojo dudando. Con la mirada penetrante de Jacob, empiezo a beber esta vez terminándome todo el vaso de un tirón. No quería que pensase que era una novata en todo esto, aunque creo que me he pasado, empiezo a sentir algún mareo.

—Tía, te lo has bebido de un tirón —sonríe sorprendido—. ¡Qué crack eres! 

Pide otra y me lo vuelve a tender. Esta vez le digo que no, pero sigue insistiendo. Busco con la mirada a Harper para ver donde está y la encuentro bailando con Justin. Tendré que hacer el esfuerzo de relacionarme con la gente para hacerla feliz. 

Vuelvo mi mirada hacia el chico rubio y finalmente acabo aceptando el vaso. Me lo vuelvo a beber pero esta vez poco a poco y noto como me hace más efecto. Sabe distinto a la anterior. 

—Y dime Grace, ¿qué haces por aquí sola? 

—Acompaño solamente a una amiga —alzo los hombros dando otro sorbo. 

No entiendo como a la gente le puede gustar beber sin tener sed. El rubio se bebe todo el vaso y noto como su cara se pone rojísima.

—¿Y te ha dejado sola? Eso no es ser una buena amiga 

—Ya bueno... voy al baño un momento —digo notando como mi cabeza empieza a dar vueltas.

Él se propone acompañarme pero yo me niego. ¿Esto es lo que se siente estar borracho? Dolores de cabeza y mareos. Desde luego no entiendo a la gente de mi edad. 

Entro al baño después de esperar una eternidad en la cola y me siento encima de la tapa del retrete, esperando a que todo deje de darme vueltas. Noto como algo sube por mi cabeza y me empiezo a reír sola. ¿Qué me está pasando? 

Tomo la decisión de irme a casa, pero sin coche lo veo poco probable. Harper y Justin se lo están pasando bien y yo no quiero ser una aguafiestas. 

Enciendo el móvil y recuerdo el número de Pearce. Harper me lo había enviado quinientas veces por Whatssap. 

Inconscientemente aprieto en el número y pulso en llamar. Ahora mismo no soy yo, alguien está controlando mis acciones. 

¿Qué diablos llevaba esa bebida? 

—¿Grace? 

—Hoooola señor Alleeeeeeen —empiezo a gritar extendiendo las vocales. 

—¿Estás borracha?

—¿Qué? ¡Nooo! ¡Tú si que lo estás! —comienzo a decir tonterías—, ¿sabes lo fuerte qué es el Vodka? Deberías probarlo y así te quitarías la amargura.

—Vale dime dónde estás —se le nota preocupado.

—Ni en sueños te voy a decir que estoy en la Disco Portes... upsss se me ha escapado.

—Voy para allá no te muevas —cuelga enfadado. 

Veo que me ha colgado la llamada y me empiezo a ser consciente de lo que acabo de hacer. 

¿Soy imbécil? ¿Acabo de llamar a Pearce? 

Salgo del baño balanceándome por las paredes y vuelvo hacia la barra. 

—¿Grace estás bien? —me pregunta Jacob más rojo que antes. 

—Sí, sí... —susurro intentando no querer vomitar.

La cabeza me da demasiadas vueltas. 

—Toma, sigue bebiendo, así disminuirá el dolor de cabeza —miente tendiéndome el vaso. 

Me niego con la mano y le digo que quiero salir afuera a respirar algo de aire.

El profesor AllenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora