El profesor Allen

Capítulo 1 "Nuevo profesor"

—¿Te has enterado ya de quién va a reemplazar al señor Miller este curso?—preguntó mi mejor amiga Harper mientras entrábamos en clase.

Negué con la cabeza sentándome en mi pupitre.

Estas vacaciones de verano se han hecho cortas y volver a la rutina de clase hace que me deprima mucho.

—No te hagas ilusiones, puede ser peor que el anterior...—le digo—, mucho peor, y más si da literatura, son los más aburridos.

—Vamos Grace, eres más consciente que yo que el señor Miller era el peor profesor. Casi suspendo por culpa de él y eso que la literatura es mi clase favorita.

—Exageras mucho —esbozo una sonrisa—. Además, eso es mentira, a ti te encantan las matemáticas y solo porque él te mandaba a dirección no lo convierte en mal profesor, más bien eres tú la mala alumna. Ahora tienes la oportunidad de comportarte bien en clase y aprobar con dieces, lo contrario a mí —sonrío triste.

Harper niega con la cabeza mientras rodea los ojos.

—Eres buena en literatura Grace, sólo que en la parte de sintaxis no.

Harper es la única amiga que tengo, mi timidez no me permite ampliar mi círculo de amistad.

Me llevo bien con el resto de mis compañeros, pero no para contarles mis problemas y tonterías. Simplemente para prestarles un bolígrafo que casi nunca recupero.

En cambio ella es muy extrovertida, responde siempre con total seguridad que a veces la envidio, y siempre me saca una sonrisa en mis momentos de enfado.

Luce siempre divertidamente, tiene un pelo pelirrojo oscuro que casi es castaño.

Sus ojos castaños y unas pecas marcadas en sus mejillas hace que parezca muy tierna, cosa que no lo es.

De estatura es casi igual que yo, no somos muy altas.

Y seguramente querréis saber como luzco yo. Pues suelo llevar el pelo siempre suelto y con algún gorro o capucha por encima. Afortunadamente en mi instituto les dan igual si llevas gorro.

Mis ojos castaños son igual que mi cabello.

—¿Has visto al nuevo profesor? ¡Pero si parece sacado de una película de Hollywood! —grita Shidney Cooper hacia su grupillo de amigas.

Shidney es la típica alumna que quiere ser el centro de atención tanto entre los alumnos como en los profesores. Hace bastante la pelota y siempre está riéndose de los cerebritos.

—¡Ya lo ha visto antes qué yo! —se frustra Harper.

—Si en menos de dos minutos lo vas a ver —le sonrío para después apoyar mi cabeza en la mesa y cerrar un segundo los ojos.

—¡No te duermas! —me dice Harper, pero la ignoro.

Dos minutos después el nuevo profesor se adentró al salón, llevándose consigo todas las miradas de sus alumnos, excepto la mía que se encontraba plácidamente cerrada.

No es mi culpa tener que madrugar a las seis de la mañana para ir caminando hacia el instituto. No vivo muy cerca como la mayoría de mis compañeros.

—Buenos días, a partir de hoy seré el nuevo profesor de lengua y literatura —pone su maletín encima de su mesa—. Espero que os guste leer y escribir, mis clases no van a ser fáciles. Cuando se dirijan a mí, no quiero que me llaméis por...— de repente deja de hablar, para clavar la mirada en mí, la cual no era consciente de ello.

Harper intentaba hacerme señas, haciendo sonar de su boca advertencias de que él se acercaba a mi pupitre.

—Señorita... ¿está usted durmiendo en mi clase? —pregunta elevando su tono. No parecía muy contento.