-¿Me estás diciendo que has dormido en la misma habitación y no habéis hecho absolutamente nada? -me pregunta Harper mientras nos encaminamos a mi taquilla.
-Hemos tenido a Alison, su sobrina, todo el rato encima. Por lo que no hemos podido estar solos ni un segundo.
-Joder, maldita niña.
-¡Oye! Qué es un encanto.
-Pero te ha fastidiado el plan con Pearce.
-Tampoco tenía pensado hacerlo en la casa de sus padres Harper, eres demasiado bruta. La primera vez no tiene que ser así como así.
-Es que tú eres muy clásica. Tú eres de las que quieres mantener relaciones sexuales cuando hay amor verdadero.
-Somos muy distintas Harper... pero que muy distintas.
-Por eso somos las mejores amigas --me abraza ayudándome a sacar los libros.
-¡Hey! -Cole nos da dos grandes abrazos entusiasmado de vernos-. ¡Cuánto tiempo! Anda que no escribís ni nada.
Cole es uno de los mejores amigos que tenemos en común. No andamos mucho con él porque está en otro grupo.
-Es que yo no tenía wifi -le digo apenada-, pero no pasa nada, me ha encantado verte, estás más guapo -le digo coqueta.
Antes de que digáis nada, Cole es gay, por lo que siempre hablamos de esa forma, me resulta gracioso.
-Y tú estás más bella querida Grace -me hace una reverencia-, ¿y tú Harper?, ¿cuál es tu excusa?
-Yo es que estaba estudiando, tengo que prepararme si quiero entrar en ingeniería.
-Futura ingeniera -hace otra reverencia.
-Deja de hacer el tonto y vete para clase que como te vea la señorita Smith llegar tarde, te manda para dirección.
Cole se despide de nosotras y empieza a correr rápidamente hacia su clase. Nos dirigimos a la clase de literatura. Estas navidades me he divertido mucho, pero con la presencia de Alison no he podido estar a solas con Pierce. Sus padres son un encanto, han estado todo el rato pendiente de si yo estaba cómoda y su abuela me ha hecho un par de gorros, que sabe que me encantan gracias a que Pearce se lo comentó.
Me siento atrás del todo mientras converso con Harper de cualquier tema y Pierce entra manteniendo su seriedad de siempre.
-Ahora que han acabado las vacaciones de navidad, espero que pongan sus cerebros en funcionamiento, porque la clase de hoy consistirá en hacer frases y esta vez no seré yo quién las corrija.
Aj, otra vez analizar frases. Ahora no se me dan tan mal, pero no las soporto.
-¿Qué le has hecho? Parece que está enfadado -me dice Harper confusa.
-¿Pero qué dices? Si siempre está así -sonrío ladeando la cabeza.
-¡Señorita Collins! -grita el señor Allen provocando que casi caiga del asiento. Esto ya se hace rutina. Él me grita y yo siempre intento no caerme de la silla del susto-. ¡Ese no es su sitio!
-Pensé que igual era temporal... pero si quieres vuelvo al sitio de antes.
-No se moleste, prefiero no tenerla cerca, por lo que esta vez moveré a Harper -aclara con una expresión de enfado.
Tiene razón Harper, Pierce está muy distinto hoy.
Harper se cambia de sitio no sin antes enviarme una cara de "¿a éste qué cojones le pasa?"
-Como veo que siempre interrumpes mis lecciones, quiero que te quedes después de clases para tener una charla seria con usted. Ya me estoy cansando, parece que lo hace a propósito.
Trago saliva alarmada por su actitud y veo como el resto de los alumnos se mantienen rígidos. Si antes daba miedo, ahora ha conseguido triplicarlo.
***
Después de haber salido de la clase de historia, me vuelvo a encaminar al departamento del señor Allen. He estado todo el día preguntándome a que venía esa actitud hacia mí. En mi vida me había mirado de esa manera.
Entro en el departamento notando como mi corazón bombea fuertemente y veo a Pierce sentado en su pupitre.
-Hola -le digo tímidamente por miedo a su próxima reacción.
-Siéntese -me dice sin mirarme a los ojos.
Algo le pasa, eso ya está claro, ¿pero el qué?
Me siento mientras juego con los dedos de las manos. Hago eso siempre que estoy nerviosa.
-¿Me vas a hablar o...? -interrumpo el incómodo silencio.
-Mira Grace -comienza a decir por fin-, pensé que eras distinta pero me confundí, todas hacéis lo mismo conmigo.
-¿Eh? Perdona, pero no te sigo.
-¿No me sigues? -alza una ceja y al fin me mira a los ojos. No me gusta nada esa mirada que tiene, parece ser como decepción y burla.
-No te hagas la tonta, sabes a lo que me refiero.
-No Pearce, no sé absolutamente a lo que quieres referirte. ¿Es por haberme sentado atrás del todo? No me acordaba de que tenía que sentarme atrás, te juro que no te estaba vacilando.
-No tiene nada que ver con eso, ¡deja de ocultarlo! -se levanta de la silla molesto, provocando que me asuste.
-¿Entonces?
-Creo que debemos cortar.
Un silencio invade el salón. Mi corazón deja de latir y mi respiración empieza a entrecortarse. ¿He escuchado bien? No Grace, te habrás equivocado.
-¿Có...cómo? -tartamudeo esperando haberme equivocado.
-Quiero cortar, no quiero ser el segundo plato de nadie, Grace -me dice enrollando los brazos.
-¿Segundo plato?
-Como veo que no me lo vas a querer contar, es mejor que te vayas. A partir de ahora tendremos la relación profesor y alumna, y fuera de clases, jefe y empleada, ¿estamos?
-Pierce, creo que te estás precipitando con todo, yo sigo sin saber de qué coño estás hablando-me levanto yo también.
-Vete.
-No -me mantengo firme.
-¡He dicho que te vayas, Grace! -me alza la voz.
Su rostro cambia a uno de furia, lo que hace que me asuste aún más. Una pequeña lágrima resbala por mi mejilla y salgo del salón dando un fuerte portazo.
No me puedo creer que Pierce haya roto conmigo sin razón alguna. Necesito ver a Harper urgentemente.
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El profesor Allen
Novela JuvenilEl señor Allen es un profesor de literatura el cual empieza a sentir algo por una de sus alumnas, Grace. A raíz de eso, para evitar que sus sentimientos hagan algo inadecuado, decide empezar a tratarla mal para así evitarla. Pero... ¿conseguirá su...