Ayúdame

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George iba de un lado a otro. Estaba inquieto. Su madre lo estaba poniendo inquieto. Y él estaba enervando a Angelina. La mujer con la que el pelirrojo se iba a casar.

- Hijo, ¿quieres estarte quieto? - preguntó Molly Weasley - Nos pones nerviosas.

- Estoy nervioso - respondió George - ¿Y si al final Fred no quiere ayudarme? No confío en otro hermano más que Fred. Podría ser Charlie o Bill, pero nadie puede superar a mi gemelo.

- Georgie - Angelina se puso de pie y acarició la mejilla de su prometido. Él cerró los ojos ante el tacto, relajándose. - Todo estará bien. Fred seguro que acepta. Te tiene que preocupar que yo diga sí en el altar - intentó bromear Angelina - No que tú hermano no quiera ayudarte para tu boda.

- Angelina tiene razón - sonrió Molly. - Tus preocupaciones deberían ser otras.

- Cuando él diga que sí - suspiró George.

- Pues vamos ahora - dijo Angelina soltando a George

George y Molly la miraron incrédulos. Pero al final aceptaron. Cuando llegaron a la pequeña casa del gemelo de George, la pareja aguardaba pacientemente.

Fred abrió la puerta y se sorprendió al verlos. Llevaba el pantalón puesto de le revés. Iba sin camiseta y se rascaba la barbilla, más bien, la barba que le crecía. Parecía un hermitaño.

- Buenos días Fred - saludó Angelina, empujando a George para que hablara.

Ella se sorprendió al ver que su prometido pasó de estar nervioso, a enfadado con tan sólo ver a Fred así.

- Dime que no te has vuelto a acostar con alguna - bufó George.

- No me he acostado con ninguna - bostezó el gemelo mayor.

- No es verdad - dijo George

- Me has dicho que te lo diga, y te lo he dicho - dijo Fred encogiéndose de hombros.

- Ahora dime la verdad - demandó George

- Me acosté con una tipa anoche - admitió Fred indiferente - Ella estaba borracha. Yo también. Se fue hace cinco minutos. Tío, tengo resaca, ahora no vayas a regañar.

- Fred, ¿qué te he dicho de salir? - preguntó George aún con el entrecejo fruncido.

- Que no lo haga. Que vuelva temprano. Que no me emborrache. Y no me acuerdo más. Es que pareces mamá. Ya soy mayorcito para hacer lo que me entre en gana, ¿vale? - Fred le dio unos toquecitos en el hombro de George para calmarlo, pero solo lo enfureció más.

- Vengo para que me ayudes para preparar mi boda. Necesitaba tu ayuda. Pero como sigas así, Charlie o Bill me parecen mejor opción. Incluso Ron o Percy - George apretaba los puños enfadado con su propio gemelo.

Angelina le cogió de la mano para calmarlo. Fred vio la escena, y suspiró. Por dentro moría de envidia porque él no tenía una relación estable y perfecta como su hermano pequeño. Y eso que eran gemelos.

- Iré. Y me comportaré. - suspiró Fred. - Lo juro por tí.

- Ya puede ser verdad - dijo George antes de darse la vuelta.

- ¡Espera! - exclamó Fred. La pareja paró, pero no se giraron para verlo a la cara. - ¿Quién será la que ayude de parte de Angie?

- Ya lo verás - respondió ella antes de desaparecer junto su prometido.

Fred volvió a suspirar resignado y cerró la puerta dispuesto a arreglarse algo más.

Mientras, en otra parte de Londres, una joven se preparaba para salir. Tenía planeado una quedada con su mejor amiga de siempre, y no le gustaba llegar tarde. Terminó de arreglarse, se puso el abrigo, cogió lo imprescindible y salió.

Enemies in law (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora