Enemies in law (Fred Weasley)

George Charlie Weasley

- Soy Peppa Pig, y este es mi hermano George - Fred hizo el sonido de un cerdo.

- Fred, que George no te entiende.

- Porque lo digas tú. ¿Me entiendes macarrón?

El bebé se rió.

- Me entiende. - confirmó Fred.

- Idiota.

- ¡Che! Tienes un bebé delante. No puedes decir groserías. ¿Verdad que mamá no puede? No macarrón, no puede.

- Buenas familia - George entró en la sala comiéndose una tostada.

- ¿Esa es mi tostada? - preguntó Afrodita confusa.

- Estaba en el horno, ¿vale como tuya?

- ¿Me has robado mi tostada? ¡Ah! Increíble. Mi hijo lleva tu nombre y así me lo pagas.

- Lo siento Fri. Toma. - George abrió la boca.

- Que asco. Cometela ya. Pero no vuelvas a hacerlo.

El bebé empezó a llorar.

- Uy, Georgie tiene hambre - soltó Fred.

- No puede ser, comió hace diez minutos. Déjame ver - Afrodita tomó en brazos al pequeño y le dio suaves palmaditas en la espalda hasta que eructó. - Ya está mi chiquitín.

- Ven macarrón. - Fred tomó a su hijo en brazos de nuevo - Macarrón chiquitín y bonito.

- ¿Por qué lo llama macarrón?

- ¿Por qué estás aquí?

- Angie quería darme de desayunar Nesquik.

- ¿Y qué tiene de malo?

- Me he negado a ello. Soy más de Cola Cao.

- Tu hermano es de Nesquik.

- Es adoptado.

- Sois gemelos.

- Mera coincidencia.

- ¡Aquí estás hijo de...! Oooooh, mi pequeñito Georgie. - Angelina apareció y se quedó mirando al bebé. - Aún no me acostumbro a ver un mini vosotros. Es que es tan adorable.

El bebé volvió a llorar. Fred lo arrulló entre sus brazos.

- Ya cariño ya. Papi está aquí. Ya pasó. Ya pasó precioso.

El pequeño se fue calmando lentamente.

- El poder del padre que le habla a su hijo desde que está en la barriguita. - explicó Afrodita. - No os preocupéis. Tiene que llorar a veces para que en un futuro no tenga problemas respiratorios.

- Fred maduro. - George puso un brazo sobre los hombros de Angelina. - ¿Te acuerdas cuando lo recogimos en la calle?

- Era un mujeriego y no tenía pinta de ser estable. - añadió Angelina.

Fred miró a la familia mientras su hijo aún lo tenía contra su pecho.

- ¿Yo?

Afrodita sonrió - Sigue siendo idiota. Pero al menos no tanto como antes.

- Gracias. Es todo un halago. ¿Verdad Georgie boo? ¿Quién te quiere más que papi? Nadie, ¿a que no?

- El bebé sigue sin saber hablar. - le recordó Angelina.

Esa noche, como todas, el pequeño se dormía en los brazos de su padre.

Luego fue a su habitación de la mano de su esposa.