Enemies in law (Fred Weasley)

No quiero

- Mamá estaba asustada al verte. - Katie le sirvió una taza de té a su hermana mayor.

- ¿Esto lleva veneno?

- Afi, no seas desconfiada de tu familia.

- No me dais motivos para confiar. Mamá podría haberme dejado medio muerta en la calle. La última vez me amenazó con la muerte.

- Bueno, es normal. La enfadaste.

- ¿Y ella a mí no?

- Ya da igual. Despertaste del coma, hay que celebrarlo.

- Dos meses aquí encerrada. Quiero salir y ver a Fred. 

- ¡Siempre Fred! - Katie tiró todo levantándose furiosa 

- Katie

- ¡No! Fred sólo te miraba a tí y tú sólo a él. Jamás me cuidaste en Hogwarts, y te da igual con quien me case. Y él, él se merece algo mejor. Mucho mejor. Todos sabemos que lo quiero para ser de familia pura, porque ahora tiene un trabajo y gana mucho dinero. Y Angelina igual con George.

- ¡Jamás nombres a mi familia!

- ¿Tu familia? ¿Ellos estuvieron las noches en las que llorabas? ¿Cuando lo dabas todo para sacar buena nota? ¿Vieron tus heridas?

- Ellos me cuidan y protegen. Y lo hicieron en un pasado. Los Weasley me han tratado bien y me han acogido a la familia. Aquí todo eran problemas. ¡Quiero irme a casa! ¿Dónde está mi móvil?

- ¿Así nos lo agradeces hija? Te hemos cuidado con cariño. Además, te hemos ayudado con deshacerte de eso que no tienes en el vientre. Ya no hay niño. - su padre entró en la habitación cansado de los gritos de su hijo.

- ¿Qué?

- El curandero nos habló del pequeño que llevas en el vientre. Te dimos veneno en las comidas para matarlo y que no tuviera que sufrir ninguno. Ya no hay niño.

- ¡Mi hijo! - chilló ella tirándose al suelo. - ¡Monstruo!

Su padre sonrió, le pegó una patada en el costado y se tornó serio - Se acabó. Katie, vístela, nos vamos en una hora.

Katie asintió. Cuando salió de la habitación, ella se agachó - No pude tener a Fred, así que tú tampoco.

- Mira, ahora mismo odio que mi novio sea tan guapo, divertido, rico y mujeriego. Pero que sepas, que yo no decido. Es algo mutuo. ¿No amas a Oliver?

- Claro que sí. Pero...

- Katie, me gustaría que fueras sincera conmigo alguna vez en tu vida.

Katie se tiró al suelo y empezó a llorar - Me gustaba mucho Fred. Me lo tiré porque quería que lo odiaras, y así no tenerlo ninguna, pero haber disfrutado de él. Oliver lo supo enseguida, pero me escuchó. Es tan bueno, y nos queremos. Claro que me di cuenta que nuestros padres nos usaban así, pero el único amor que recibí fue el tuyo. Tú tuviste el de los Johnson y los abuelos. Quise que ellos me quisieran, y me dejé llevar. Me arrepiento, sabes que no soy así. Lo pasé bien en Hogwarts sin ellos, viviendo mi propia historia de la vida. 

Afrodita se tumbó a su lado y la abrazó.

- Ayúdame a escapar, te llevaré conmigo y seremos felices. Confía en mí.

- Te quieren casar con Flint. Thomas Flint, el bateador de Slytherin. Mataron a un hijo tuyo, pero no contaron que había otro.

- El centauro dijo que me cuidaría a mi hijo, no dijo nada de dos.

- Eso significa el gran hueco que había entre ambos. Te sustraje el veneno. Yo quiero ser tía, y tú hiciste una promesa.

Afrodita y Katie se abrazaron.

- Yo tengo tu móvil, he llamado a Fred todos estos días. Le he dicho que estabas ocupada. Hasta que ayer recibió la invitación a tu no boda.

- ¿Eso qué significa?

- Te mostrarás dócil en la boda, y serás paciente. Volverás con los Weasley, y seguirás tu vida. Yo me encargo de mamá y papá.

- Ven conmigo.

- No. Tengo que convencerlos de irse de aquí. Porque tú y yo no nos moveremos. Me sacrifico para que seamos felices. Lo estoy haciendo bien de momento.

Afrodita sonrió entre lágrimas y asintió. 

- Y sobre las chicas que te hicieron eso, bueno, le pedí a Fred nombres de todas con las que se acostó. Muchas están en Azkaban por casi asesinato,  otras cumplen su castigo de otra manera.

- ¿Cómo sabes quién fue?

- Te extraje el recuerdo. 

- Eres muy valiente Katie, e inteligente. 

- Gracias. Aprendí de ti. Cabeza alta, y mente fría. Así las princesas no perdemos la corona.

Ambas rieron y empezaron a prepararse. 

- ¿Cómo llamarás a tus hijos? - preguntó Katie mientras le ponía el velo a su hermana.

- Achileas y Alethèia.

- Nombres griegos como los de los abuelos. Me gusta. ¿Y Angelina? ¿Lo sabe ya?

- Fred o Roxane. Depende de lo que sea.

- Creo que nacerá antes una niña. Tú tendrás dos, eso es genial. 

- Quiero que seas madrina de uno de ellos. 

Katie se llevó las manos a la boca - Eso es genial, ¡sí!

Afrodita sonrió - Vete decidiendo.

- Achileas. 

- Me parece correcto. 

Katie abrazó a su hermana de nuevo.

Su madre llamó a la puerta - ¿Preparadas?

Ambas se levantaron, se miraron y asintieron.

- Sí mamá - contestó Katie.

- ¡Mamá! ¡Por favor! - se quejó Afrodita en cuanto abrió la puerta.

- Sigue andando - puso su varita en su espalda y la llevó hasta la puerta de la ceremonia.

Su padre la tomó del brazo apretándola - Sonríe.

Ella forcejeó, pero al final resistió.

Entró con una sonrisa fingida. 

El novio sólo quería irse, lo que hizo que Afrodita se riera divertida.

Al llegar al altar, el novio miró la puerta, y luego la hora. Le guiñó el ojo a Afrodita, y ¡PUM!

- ¡Ya no hay boda! - exclamó Molly saliendo del coche. 

- ¡Fita! - Fred salió detrás de su madre.

Afrodita salió corriendo a sus brazos. 

- ¡Hola! - saludó Charlie. - Mamá, vámonos ya.

- Sí. Adiós.

Los cuatro subieron rápidamente al coche. 

Volviendo a casa, nadie dijo nada. Afrodita tomó las manos de Fred mientras tenía sus pies encima de los de él.

Ambos se sonreían. Volvían a estar juntos. 

Al llegar a La Madriguera, él la tomó en brazos.

- Fred, puedo andar.

- No después de esta noche.

Ella se sonrojó. Molly iba del brazo de Charlie.

Al llegar a casa, todos se unieron a la pareja.

Fred la dejó en el sofá para su comodidad.

- Despacito por favor - pidió Fred.

- ¡Di! - Angelina se lanzó a su amiga. 

- Despacio, tu bebé. - eso a su amiga le dio igual.

- Tenemos tanto de lo que hablar - dijo la castaña.