Enemies in law (Fred Weasley)

¿Tanto tiempo?

- Sólo te he pedido una cosa. ¡Una! - gruñó Afrodita.

Fred bufó - Afrodita, George no lleva tu ritmo.

George miró con un pucherito a la chica.

- Te dije, tráeme un granizado en cuanto llegue a casa. ¿Y qué hiciste? ¡Te tomaste el granizado!

- Tengo calor. - en cuanto George dijo eso, Afrodita lo fulminó con la mirada. Él tragó seco.

- Bueno, ¿seguimos pintando cariño? - sugirió Fred tranquilo.

Llevaban tres años juntos formalmente. La conocía de sobra, aunque al principio le daba mucho miedo y corría.

Afrodita se giró hacia él. De repente se puso triste y lo abrazó.

- Voy a morir de calor y no nos hemos casado aún. - se quejó.

Él le acarició la espalda - Ya, ya. Tranquila. Terminamos de pintar este trozo y te prometo traerte un helado de sandía y melón. ¿Vale?

Afrodita sonrió y le besó la mejilla - Te amo.

George, que ya se estaba cagando encima, suspiró tranquilo. Ya no quería que su mejor amiga y cuñada fuera su vecina.

Cuando los tres terminaron de pintar, Fred se quitó la camiseta. A Afrodita se le caía granizado por la boca.

- Límpiate cerda - George se quejó asqueado.

Ella le sacó la lengua. Y él rodó los ojos.

Fred se acercó a los dos que jugaban a molestarse el uno al otro.

- Estoy cansado por hoy. Hace mucha calor.

- Podemos volver a casa si quieres Freddie - ella le tomó la mano.

Con la mano libre, la acercó a la boca de ella y la limpió con el pulgar. Afrodita se mordió el labio.

George bufó - Yo también quiero volver a casa.

- ¡Vago! - Afrodita le pegó en el hombro con fuerza.

- ¡Ay! Eso dolió pequeña bicho.

- Al menos soy inteligente.

- ¿¡Dos y dos!?

- Cuatro - contestó Afrodita con voz grave

- ¡No! No te he dicho si suma, resta...

- ¡Alelao!

- Vale ya - gruñó Fred.

- Ahora, vas a la ducha con Fred y empezarás... ¡Oh Fred! ¡Hazme el amor! ¡Oh sí! ¡Así! - se burló George.

- Al menos sabe gemir. Y no ronca como un cerdo. - contratacó Afrodita.

- Me voy a ver a Roxane. - Fred empezó a andar mientras su hermano y su novia iban detrás burlándose del otro.

Cuando entraron en casa del menor, la pequeña de tres años morena y con pequeñas pecas corrió a abrazar a su tío.

- Hola princesa - él la tomó en brazos y besó su mejilla.

Afrodita le pegó en la tripa a George para callarlo.

- ¡Eso dolió! - se quejó George.

- ¡Ya empezamos! - Angelina llegó a la sala y miró a su marido y a su mejor amiga regañar.

- ¡Ha sido él/ella!

Roxane se rió. Fred la miró embelesado.

Desde que Roxane nació, Fred parecía que vivía sólo para ella. Se había encariñado de su sobrina bastante como Afrodita de los niños de Charlie.