Enemies in law (Fred Weasley)

Lo hago por Angelina/George

Os presento a Afrodita Bell.

Fred salió de su casa, sin mucho arreglar. Hoy tampoco haría mucho, mirar lugares para la celebración. Por eso, en cuanto volvió de correr, se duchó y se puso cualquier cosa que encontró.

Afrodita, al contrario que Fred, se arregló algo más. Llevaba una blusa blanca sin mangas, unos vaqueros ceñidos y unos tacones no muy altos. Se puso un maquillaje simple y salió emocionada por su mejor amiga.

Fred llegó a La Madriguera, y saludó a la familia. Cuando Afrodita llegó, Angelina le abrió la puerta y la abrazó. Se habían visto el sábado, y ya era lunes. Pero ya se habían echado de menos mucho.

- Buenos días - saludó la morena - Ya estamos todos, nos iremos en cuanto Victoria desayune. Sólo quiere desayunar con George delante.

Afrodita sonrió enternecida - Ya ha ganado otro punto.

Entró, y se encontró de frente con Fred.

- Weasley - gruñó Afrodita cruzándose de brazos y mirando a Fred con una ceja alzada, sintiéndose superior, aunque ella era más bajita.

- Bell - dijo él levantando la cabeza para intentar que él se viera también superior. - ¿Qué haces aquí? Espero que no estés mucho tiempo, no traes mucha alegría que digamos.

- Al menos no doy dolores de cabeza, como otros - dijo ella sarcástica.

- Hago el entorno más divertido - sonrió él agachándose para estar a su altura.

- Lo haces sofocante y estresante - rectificó la castaña.

- ¿Queréis comer? - preguntó la señora Weasley intentando romper el ambiente tenso de ambos.

Fred y Afrodita nunca se llevaron bien. Desde antes del Baile. Él le hizo la vida imposible con las bromas a la chica. Y ella le regañaba y conseguía que los profes lo castigaran. Siempre regañaban.

- No - sonrió la joven educadamente - Gracias señora Weasley, pero ya vengo desayunada. Dispuesta a ayudar con la boda.

- ¿Vienes a ayudar? - preguntó Fred sorprendido. - Ah no. Eso sí que no. Ya te tuve que aguantar en Hogwarts, no voy a aguantarte en mi propia casa y menos en la boda de mi hermano.

- Perdona, pero es mi mejor amiga quién se casa. Y a mí también me molesta que tú estés. - se quejó ella - Me acabo de enterar. Si lo sé, hago que te tragues una poción para matarte.

- ¡Di! - exclamó Angelina

- ¡Por favor! - rogó George.

Ella suspiró, y con asco, le ofreció una mano al pelirrojo. Él la miró con odio, se dio la vuelta y se fue. Ella sonrió victoriosa, pero esa sonrisa se desvaneció al ver la mirada de Angelina.

- ¿Qué? Lo he intentado menos - se quejó Afrodita.

- Déjalo - suspiró la morena dándose la vuelta para volver con su prometido.

Cuando la bebé comió, los cuatro se prepararon para irse. La señora Weasley besó las mejillas de sus hijos, y les sonrió a las chicas.

- Pasadlo bien. Os esperaré para la comida, o la merienda. Lo que os dé tiempo.

- Gracias mamá - George abrazó a su madre. Angelina y Afrodita sonrieron como agradecimiento.

- Y Fred, pórtate - le regañó Molly. Fred bufó.

El primer lugar al que fueron, tenía unas vistas espectaculares. Fred, que tenía las manos en los bolsillos, miraba todo a su alrededor. Afrodita tenía la cabeza levantada, transmitiendo seguridad. George y Angelina, que iban de la mano, comentaban todo.

- Este lugar le falta más color. Más alegría - dijo Afrodita dando un recorrido al lugar con la mirada.

- Anda, lo que tú no tienes - se burló Fred.

- Weasley - advirtió Afrodita entre dientes - Empieza a callarte.

- ¡Chicos! - exclamó Angelina cansada del comportamiento de los jóvenes.

- Ha empezado él/ella - se quejaron ambos señalando al otro.

- Da igual - dijo George fulminando a Fred con la mirada. - Ya sois muy adultos para esto. ¿Queréis estar tranquilos hasta que la boda termine? Si no, sois libres para iros.

Fred y Afrodta se dieron la vuelta para irse. Angelina y George se miraron sorprendidos. Hasta que los enemigos volvieron a darse la vuelta anduvieron hasta el otro. Afrodita andaba confiada y como una modelo. Fred, como todo un pasota de la vida.

- Que sepas que lo hago por George/Angelina - dijeron Fred y Afrodita a la vez bufando. - Ya estamos listos. - miraron a la pareja.

Angelina y George sonrieron y siguieron con el recorrido de lugares.

Después fueron a una mansión con jacuzzi, pero les pareció de pijos. Luego, cerca de una playa, pero parecía de bufones. Estuvieron en una tienda de campaña en una montaña, demasiado frío. Terminaron en un restaurante normal de Londres muggles. Algo sencillo y romántica a la vez.

Al final, fueron a una cafetería para barajar las opciones. George y Angelina, se sentaron enfrente de Fred y Afrodita. Los dos últimos evitaban incluso tocarse, ni siquiera miradas.

- A mí me ha gustado el jacuzzi. - opinó Afrodita - Con vistas preciosas. Y el jacuzzi. Y si eso le añades una orquesta, quedaría genial.

Fred la miró por primera vez, pero fue con enfado.

- No, no. Se merecen un grupo musical con ánimo. E irán al primer lugar que fuimos. Tiene mejores vistas. Y es más amplio para no verte en todo el evento - opinó Fred

- Eres imbécil - bufó la castaña - ¿Qué tal si vemos antes sus opiniones? Son ellos quién se casan. No nosotros.

- Como si me fuera a casar contigo alguna vez - dijo Fred mirándola por encima del hombro.

- ¡No he dicho eso! Idiota - gruñó Afrodita alterada. - Paso de tí. ¿Qué os parece?

La pareja se miró y sonrieron - El último lugar está bien.

- ¿Qué? - preguntaron Fred y Afrodita sorprendidos.

- Espero que al menos haya orquesta - dijo Afrodita

- Y dale. Habrá banda musical brujita - se quejó Fred

- En realidad, hemos pensado algo más normal - dijo George - Simple y romántica, como el lugar.

- Y nuestro amor - Angelina le sonrió a George, y se besaron.

Ellos pensaron que los solteros se quedarían por estar en público, pero solo miraron a diferentes  lados, bufando en silencio.

- Bueno, pues ya está - dijo Fred levantándose del asiento viendo que la pareja se había separado. - Mañana nos vemos para probar la tarta. Es tarde y hay que comer.

- Es verdad - dijo Afrodita levantándose también - Nos vemos mañana.

- ¿Vas a perseguirme Bell? - preguntó Fred levantando una ceja divertido.

- Voy a huir de tí, pesado - respondió Afrodita. - Adiós corazón. George. 

- Espera brujita - llamó Fred - Adiós pareja. Espera, te puedo llevar a tu casa. Me caes mal, pero tampoco quiero que tengas un problema. Harías a mí hermano sentirse culpable.

- ¿Tú no? - preguntó Afrodita evitando la mirada de Fred.

- ¿Yo? A mí me alegrarías la existencia brujita. - bromeó Fred

- Bueno, pues reza porque me pase algo. Así no tengo que ver más tu horrenda cara - dijo ella casi escupiendo las palabras - Adiós idiota.

Y Afrodita andó algo más deprisa dejando al pelirrojo con cara de idiota mirando como ella se iba.

Fred se giró mirando a la pareja indignado. Angelina sonrió mientras George rodó los ojos.

A ambos les esperaban días duros.