Enemies in law (Fred Weasley)

Un verano a tu lado

Afrodita se abrochaba el sujetador de bikini con algunas complicaciones. 

Al ver que no podía, casi se pone a llorar.

Fred salió con el bañador puesto y una camiseta de tirantes.

- ¿Te ayudo Fita?

- Estos bikinis para embarazadas no son de verdad. Ponía para los primeros meses, pero no abrocha.

- Cariño, el bikini de embarazada no te lo has puesto porque es para meses más avanzados. Llevas el de siempre, pero te han crecido los pechos. 

- ¿Y mi bikini de los primeros meses de embarazo?

- Si apenas se te nota. 

Ella se miró la panza, ya iba por el segundo mes.

- La tripa no lo nota pero yo sí. 

- Venga, deja que te abroche esto, verás como no es casi nada - ella se giró. 

Fred lo enganchó tirando un poco más de lo normal. - Ya lo tienes.

- Me aprieta un poco.

- ¿Compramos uno?

- ¡No! No estamos para derrochar dinero.

- Afrodita...

- ¡Ni se te ocurra! Tenemos la política 50-10-40. 50 para gastos fijos como el agua, la comida, etc. 10 para cosas de ocio. Y 40 para guardar en caso de emergencia.

- Sigo sin entenderlo.

- Llámalo ahorrar y no entrar en una serie de deudas que no queremos. Tranquilo, estaremos bien. Entre la tienda, la editorial y la organización de eventos, vamos genial.

- Pero podemos comprarte un bikini.

- Cuando realmente necesite uno, lo haré. De momento tengo este y el del embarazo avanzado. 

- Lo digo para que vayas cómoda Fita.

- Venga, vámonos, he quedado con tu madre en media hora.

- ¿Con mi madre? ¿Desde cuándo sois tan amigas?

- Tranquilo Fred, es bueno tener estas relaciones. Ayudan a la pareja a conectar.

- Ya te has vuelto una madre un poco...madre demás.

- Lo dices como si fueras inocente. 

- Lo soy.

- ¿Y la relación con mi padre?

- Venga ya, Ryan es genial, y me ha enseñado sus armas y como usarlas.

- ¿Ahora os llamáis por vuestro nombre?

- ¿No lo hacéis también mi madre y tú?

- Envidioso.

- Celosa.

- Idiota.

- Preciosa.

- Tonto - él la tomó de la cintura y la besó con una ligera sonrisa.

Llegaron diez minutos tarde por la sesión de besos y porque a Fred le dio por hablar con su futuro bebé.

Molly fue a saludar.

- Mi bebé 

- Mamá, tengo treinta años, ya no soy un...

- ¡Cállate! Contigo no hablo. - se giró a Afrodita con una sonrisa - ¿Cómo te encuentras querida? ¿Cómo va mi futuro nieto?

- ¿Y si es niña? ¿O no tiene género? - preguntó Fred

- Es niño por ahora. Cuando crezca, será un unicornio si quiere, para meterte el cuerno por la boca para callarte - bufó Molly.