En cama

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Afrodita abrió los ojos lentamente, se encontró en el pecho del pelirrojo.

Volvieron a casa de ella, se desvistieron, se besaron las inseguridades y durmieron.

Ahora al despertar, tenían los músculos cansados, y no podían abrir mucho los ojos por el sueño.

- Fred - murmuró ella cansada.

- ¿Hmhm? - susurró él sin abrir los ojos. Los párpados se lo impedían.

- ¿Podemos quedarnos así mucho rato?

- Sí.

Ella se reacomodó en su pecho sin decir nada más.

En cuanto se dieron cuenta, ambos habían dormido dos horas.

Él fue el primero en levantarse. Bajó abajo sin haberse vestido.

Se limpió las manos y preparó el desayuno.

Afrodita bajó con la camisa de Fred puesta.

Lo abrazó por detrás, y aspiró su aroma.

- ¿Qué haces?

- Iba a llevarte el desayuno a la cama.

- Adorable. También podemos tomar un bollito, subirlo a la cama, comerlo allí y quedarnos abrazados.

- Me parece un gran plan, pero hay que ponerse enserio. Se terminaron los planes de boda, y toca planear asentar la cabeza. Tengo que organizar la tienda hasta que venga George. Y tengo que ver como sigo conquistándote. Porque Afrodita Isabella Bell, pienso casarme contigo en un par de años, y pienso formar una familia contigo. Pase lo que pase, me quedaré aquí, porque siempre te elegiré a tí.

Afrodita se abrazó a sí misma - Eres un amor. Pero te dejaré seguir así porque sé que en cuanto nos casemos, pasarás de mí.

- ¡No es verdad!

Afrodita se rió.

Angelina y George aparecieron por la red flu y se acercaron a la cocina. En ese momento, George le tapó los ojos a su mujer.

- ¿No tienes ropa? - le preguntó el pequeño.

- ¿No hay puerta? - le preguntó el mayor.

Afrodita le lanzó a Fred unos pantalones cortos de pijama que tenía en el baño, y él se los puso rápidamente.

George quitó la mano.

- Ya me entiendes, ¿verdad? - Fred sonrió.

- Y tú a mí - George correspondió la sonrisa traviesa.

- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó Afrodita.

- Venimos a despedirnos - contestó Angelina.

- ¿A dónde vais? - Fred se extrañó.

- Acabas de decirlo tú - Afrodita robó un trozo de gofre del plato.

- Es verdad. Luna de miel. Se van dos, pero vuelven tres.

- Deberías ensayar una rima para eso Freddie - bromeó Angelina.

- ¡Me niego! En cuanto yo me case, lo vais a usar.

Una lechuzo entró en la cocina, dejó la carta frente a Afrodita, ella le dio de comer y la lechuza se fue feliz.

- ¿De quién es? - George acercó el hocico.

- Cotilla - le regañó Fred. Se acercó a su novia - ¿Qué dice?

Afrodita chilló de la emoción.

- ¡Soy tía! ¡Fred! ¡Somos tíos!

Enemies in law (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora