≽˖՞🖇️ ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ mpreg oneshots (ateez x ateez)
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─── clasificación ᴍᴀᴛᴜʀᴇ: "su historia contiene
representaciones gráficas de violencia,
sexualidad, lenguaje fuerte y...
J O N G H W A ────── jongho viaja a una dimensión alterna donde puede ver cómo ejecutan a su esposo, sin poder hacer nada.
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La respiración de Jongho se agitó considerablemente luego de levantarse del suelo y observar a su alrededor, pues lo único que podía ver eran grandes árboles. Miró sus ropas sintiendo frío, dándose cuenta de que llevaba unos pantalones gastados y un pedazo de tela por encima de los hombros que cubría su pecho. Comenzó a caminar sin un rumbo, confuso.
Sus pies estaban empapados de rocío y ligeramente entumecidos por el frío. Luego de deliberar acerca de qué camino debería tomar al encontrar una doble entrada, decidió que lo mejor sería simplemente quedarse donde estaba. No sabía cómo había llegado ahí, o si era una broma, o tal vez un sueño. No fue hasta entonces que escuchó carretas y fuertes pisadas acercarse a él, que se levantó y se ocultó detrás de un árbol caído.
Un chico que conocía muy bien, su esposo, corría aterrado colina abajo. Vestía un camisón rosado y, su enorme vientre, así como sus manos, estaban manchadas de rojo. Jongho lo vio tropezar y caer, levantarse y seguir corriendo mientras miraba hacia atrás de vez en cuando. Estaba sucio, malherido.
No pudo darse cuenta de qué ocurría hasta que vio a unos soldados detrás de Seonghwa. Confundido, Jongho se mantuvo estático, viendo aquella cacería como si estuviera en una película.
Finalmente, los soldados atraparon a Seonghwa, este trataba de liberarse sin mucho éxito mientras pedía piedad.
Jongho salió de su escondite, sintiendo su corazón desbordado y la adrenalina subir. Sin embargo, nadie lo vio una vez que se hubo acercado hacia ellos.
―¿Hwa? ¿Hwa, qué está pasando? ¿De quién es esa sangre? ¿Estás bien? ―dijo Jongho tratando de tomar su brazo, sin embargo, un soldado sacudió a Seonghwa con fuerza, haciendo que este cayera sobre sus rodillas.
Todo el mundo se mantuvo callado y fue entonces, cuando otro caballo se acercó a ellos, que todo sentido de la razón se fue al demonio. Jongho mantvo la vista fija en el otro hombre, incrédulo.
―No eres más rápido que mis hombres, y menos con ese bulto ―dijo el Rey, sin tratar siquiera de disimular su resentimiento.
Sus ropas eran a la vista caras y limpias, su gran corona y postura, elegantes. Era claro que aquel que veía, era parte de la realeza.
―Rey Jongho, ¿dónde...? ―El guardia que sujetaba a Seonghwa, miró hacia atrás en búsqueda de una celda transportable.
―Átenlo y llévenlo a rastras ―decretó Jongho dándole la espalda a Seonghwa, comenzando a dirigirse hacia el castillo.
Los guardias estaban divididos entre los que no querían usar la fuerza contra Seonghwa, y los que sí, los que tenían malicia en sus ojos. Para su mala fortuna, todos los guardias seguían las órdenes del Rey.
