#036 I want to pee

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SANG SAN ────── San tiene un pequeño accidente.

Habían pasado la estación de servicio hace tan sólo cinco minutos y San tenía muchas ganas de hacer pipí ahora

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Habían pasado la estación de servicio hace tan sólo cinco minutos y San tenía muchas ganas de hacer pipí ahora. Yeosang le había preguntado dos veces si quería ir al baño antes de encender de nuevo el motor después de cargar el combustible. San le había dicho que no porque, bueno, hace cinco minutos no quería. Ahora tenía que cerrar las piernas con fuerza para que la pipí no se le escapara, Yeosang había lavado el auto el día anterior, no podía tener un accidente ahí adentro. Y ni estando loco se atrevería a hacer del baño en la carretera.

―¿Sani? ―preguntó el mayor, viendo a su esposo por un breve momento para luego mirar hacia el frente otra vez. Que San se quedara callado era muy extraño.

―¿Mm?

―Te quedaste con la historia a medias ―rió Yeosang.

San trató de hacer memoria. ¿De qué estaban hablando?

―¿Qué fue lo que hizo Sunye cuando Mingi la llevó al parque con Yunho? Dijiste que Mingi se cayó.

Ah, eso. San sonrió. Ese tonto no podía ser cuidadoso ni siquiera con seis meses de embarazo.

―Sunye empezó a cantarle una canción para que se le curara la rodilla, porque se raspó y le salió sangre ―dijo San―. A Sunye le gusta mucho la canción que le cantas cuando se lastima.

Yeosang sonrió y miró por el espejo retrovisor. Sunye estaba dormida, llevaba durmiendo la mitad del camino después de jugar y gastar toda su energía con el nuevo perro de sus abuelos.

―No puedo creer que mañana cumpla cinco años ―murmuró Yeosang con un pequeño puchero.

―El año que viene comienza la escuela primaria ―dijo San, suspirando, por un breve momento olvidó que tenía muchas ganas de hacer pis.

―No digas eso ―Yeosang fingió llorar dramáticamente y San se echó a reír, oh, mala idea.

San cerró las piernas con más fuerza, pero no pudo evitar lo inevitable. Se mordió el dedo cuando las primeras gotas salieron y gimió angustiado al sentir que no podía parar el chorro. Pronto, el asiento estaba empapado y San sentía la cara hirviendo. Yeosang lo miró por un momento, preocupado por su mueca, pasó la mano por su vientre de siete meses y lo acarició brevemente, pensando que tal vez San había sentido una patada un poco fuerte.

San hizo un enorme puchero al sentir la mano cálida en su barriga y se sintió terrible por ensuciar el auto de Yeosang. Si le hubiera hecho caso a Yeosang en primer lugar y hubiera ido al baño, esto no hubiera pasado. Comenzó a sentir tanta angustia que no pudo evitar sollozar con fuerza y cubrirse la cara con ambas manos.

Yeosang se asustó al escucharlo y rápidamente detuvo el auto a un lado de la carretera.

―¿Amor? ¿Qué pasa, Sani? ―preguntó suavemente, pasando una mano por el cabello ajeno para liberar su rostro.

El olfato de Yeosang no era el mejor y de todas formas el aromatizador opacaba el aroma a pis que había dentro del auto. San llevó una mano con sus dedos en pinzas al vestido blanco floreado que llevaba y lo levantó para que se despegara de su piel, Yeosang siguió la acción con la mirada.

―Tuve un pequeño accidente ―jadeó San, miró a su esposo con el puchero más grande del mundo esperando que sirviera como manipulación emocional y Yeosang no se enojara―. Lo siento mucho, pero no quería ir al baño cuando preguntaste ―lloró.

Yeosang suspiró y una sonrisa tembló en sus labios.

―Tranquilo, por Dios. No estoy enojado ―dijo suavemente, besando la mejilla de San―. Me asustaste.

Yeosang se bajó del auto y dio la vuelta para abrir la puerta de San. Lo ayudó a bajarse y besó sus labios varias veces al ver que San estaba muy apenado.

―No pasa nada, Sani.

―Pero...

―Dije que nada. Quítate el vestido, puedes ponerte tu traje de baño. Te taparé con la toalla mientras te cambias por si pasan autos ―dijo Yeosang, abriendo el maletero para buscar la valija de San. Sus padres tenían una piscina en el campo, por lo que habían empacado trajes de baño. Al encontrar lo que buscaba, se lo pasó a San.

―Bien... ―San comenzó a quitarse el vestido, su cara estaba ardiendo de vergüenza ante la idea de que alguien pasara por ahí y lo viera desnudo, pero Yeosang estaba cubriéndolo con la toalla así que estaba bien―. Mis pechos ―murmuró San, ya que su esposo no le había pasado la parte de arriba del traje de baño. Era una persona embarazada, tenía pechos lactantes enormes.

Yeosang soltó una risilla.

―Lo siento, lo olvidé. ―Yeosang le dio la toalla y volvió a la parte de atrás―. Aquí tienes, cariño.

San suspiró pesadamente. Yeosang mojó la parte del vestido que no estaba manchada de pis con agua de su botella y lo pasó por las piernas de San, limpiando los restos de orina. San se sintió un poco tonto, pero muy cuidado al mismo tiempo y no pudo evitar sonreír.

Una vez que estuvo listo, San miró a su esposo, todavía apenado.

―Sube a la parte de atrás con Sunye, aquí está mojado ―dijo Yeosang, dándole un beso a esos labios en forma de puchero.

San asintió.

―Si estás cansado, puedes dormir también ―dijo Yeosang varios minutos después, viendo que el menor cabeceaba.

―¿Estás seguro? ―preguntó San.

―Claro, Sani. Ya casi llegamos de todas formas.

San asintió y cerró los ojos, sin embargo, un minuto después los volvió a abrir.

―Te amo, Sangie.

―Y yo a ti, Sani ―respondió Yeosang, sonriendo como un tonto enamorado.

San se rió bajito al escuchar tanto cariño de esa voz tan grave y volvió a cerrar los ojos, con una mano sobre la barriga de su primera hija y la otra sobre su vientre hinchado.

11/08/2024

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11/08/2024

Se viene una idea con algo de angst PERO todo está bien, sólo me gusta el drama.

Nos vemos!!

Illusion ⸺ateez。2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora