≽˖՞🖇️ ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ mpreg oneshots (ateez x ateez)
Podes pedir la pareja que quieras en los comentarios ♥
─── clasificación ᴍᴀᴛᴜʀᴇ: "su historia contiene
representaciones gráficas de violencia,
sexualidad, lenguaje fuerte y...
SanGi⁵ ────── san es un alfa renegado y mingi es un omega tímido con un bebé.
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San sujetó las caderas del Omega y lo atrajo a su cuerpo, apoyando la cara en su cuello para aspirar el delicioso aroma a precelo de Mingi. San y él llevaban saliendo cerca de tres meses, y continuaban viviendo juntos, sólo que esta vez en lugar de hacerlo en casa de Jongho, se mudaron a casa de San.
Mingi no quería dejar a su hermanito todavía, pero tampoco quería seguir siendo un peso para él. Jongho llevaba desviviéndose por ellos desde el principio, desde que llegó a su casa con un pequeño bolso y la cara empapada de lágrimas. Jongho decidió tomar otros dos trabajos y abandonar sus estudios con tal de cuidar de Mingi y Mingi estaba profundamente agradecido con él, no sabía si sería capaz de devolverle tanto.
Ahora, Jongho había recuperado su estabilidad y estaba más tranquilo, incluso pudo volver a sus clases. Sin embargo, seguía visitando a su sobrino y a su hyung.
―Hueles increíble ―susurró San pegándose más al cuerpo grande junto a él.
―¿Mm? ―Mingi se removió y estiró su cuello para que San siguiera explorando aquella zona que no conocía tan bien, una sonrisa se escapó de sus labios cuando San le hizo cosquillas.
No habían tenido sexo en todo ese tiempo, ya que dormían con el pequeño cachorro en la misma habitación. Debido a que Hongjoong no se despegaba de ellos, no tenían oportunidad de mimarse. Empero, Hongjoong había superado su crisis y ahora dormía plácidamente en la habitación que le correspondía en una cuna preciosa que San había comprado.
―Dije que hueles delicioso ―susurró San nuevamente y frotó la nariz en la glándula virgen del menor, la mano en su cintura se metió bajo su ropa y escaló lentamente hasta llegar a sus pechos, donde San apretó uno de ellos y provocó un gemido en él.
El aroma a cítricos de Mingi se extendió por toda la habitación al igual que sus feromonas de excitación. Mingi estaba muy cerca de tener su primer celo en mucho tiempo.
―Sani... ―masculló sufriendo un pequeño espasmo.
―¿Mmm? ―San sonrió alegre de sentir cómo el otro temblaba en sus brazos.
San lo pegó a su cintura y el enorme bulto en sus pantalones hizo que otro gemido se escapara de los labios del Omega. Mingi mordió su labio inferior y el calor subió por todo su cuerpo al sentir que su entrada se mojaba tan vergonzosamente.
―Espera, no sé si...
La duda en la voz de Mingi hizo que San se detuviera inmediatamente. Soltó el pecho de Mingi y se separó unos pocos centímetros, por consecuencia, el Omega se volteó y le miró con pena. Estaba excitado, claramente, pero eso no significaba que Mingi quisiera tener sexo con él.
―¿Pasa algo, bonito? ―preguntó bajito, tomando el mentón de Mingi.
