NOSOTROS.
~~NATHANIEL~~
Es brillante, atractiva y cree tener poder sobre mí. Tal vez tenga razón... creo que no podría decirle que no a nada teniéndola sobre mí.
—Puede que estés en lo correcto —le susurro antes de besarla otra vez.
Su cuerpo me responde con urgencia, sus manos en mi cabello, su aliento entrecortado... Se separa, mirándome confundida. Este es el problema. El deseo no se negocia. Su cuerpo ya lo sabe, aunque su cabeza todavía intente negociar con su moral.
—¿Qué estamos haciendo? —suelta la pregunta sorprendida de sí misma.
No soy de los que se esconden de lo que sienten. Y la deseo, la deseo de una forma preocupante.
—¿Qué pasa Jo?, ¿No te vas a hacer responsable de besarme?
—No hagamos esto, yo no...
—No puedo tomarte en serio cuando me dices eso encima de mí. No cuando tu boca me exige que la bese y tu cuerpo que lo toque.
Meto el rostro en su cuello para besar, chupar y morder.
—Bésame —pide, con la voz inestable.
Lo hago. Nuestras lenguas juguetean. Profundo, lento, después rápido. Mis manos bajan a su cintura y la atraen más hacia mí, encajándola con fuerza contra mi cuerpo. Agarro sus glúteos, apretándolos «una de mis partes favoritas». Gime suave en mi boca, sus caderas responden con un movimiento involuntario, como si ya no pensara en lo que está haciendo, como si no pudiera evitarlo.
Pero se queda sin aire demasiado rápido. Su respiración se entrecorta, así que la suelto apenas un poco, sin alejarme del todo. Me detengo, dándole espacio, aunque el deseo me arde bajo la piel. Nos miramos como si estuviéramos en el borde de algo irreversible.
—Sé lo que piensas —le digo mirando sus ojos almendrados.
—No es cierto, no tienes superpoderes.
—No, pero si sentido común.
Sonríe.
Lo he visto en otras personas antes, pero en ella es diferente. Su lucha no es solo contra mí, sino contra lo que represento y contra mi mundo. Me quiere lejos porque el mundo que controlo desafía lo que es ella.
—Quieres alejarte de mí porque soy todo de lo que quieres escapar.
Y tiene razón en querer hacerlo. Pero también sé que, cuando algo te atrae con tanta fuerza, no hay voluntad que lo contenga para siempre.
Alex me contó más de su vida. Me dijo que su mamá fue prostituta para pagar una de las tantas deudas que su progenitor apostador e idiota les dejó cuando los abandonó, trabajó desde muy joven, y sin dejar de estudiar, siempre siendo la primera, consiguiendo becas, buscando una salida que todavía no encuentra. Ahora se encarga de su mamá y de su hermano ella sola.
Me mira con ternura. Toca mi rostro y acaricia mis mejillas. Y eso me desarma un poco.
—¿Aquí es cuando te enamoras de mí? —pregunto. «Espero que no».
No me molestan las cursilerías ni nada, de hecho, sólo hago lo que me place cuando me place, si es una cursilería o no, no me interesa. Se ríe levemente y me da un corto beso.
Incluso si no la encontraba aquí hubiera hecho lo que sea para estar así, porque ya me cansé de las chicas bobas y lindas, ella es lo contrario a las chicas con las que he salido. Le sostengo la mirada, sus manos bajan a mis hombros.

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LUMINISCENCIA (#2)
Teen FictionA veces tener un gran corazón no te asegura un camino lleno de pétalos que desborda amor, a veces cedes ante lo incorrecto aunque sabes que esta mal, que te va a lastimar, a veces, solo a veces, un demonio te ofrece su mano y tu la tomas. Jo es inte...