11. ENAMORADA.

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~~JO~~

Me levanto de las piernas del hombre. Nathaniel me está atravesando un hierro caliente con la mirada.

—Ups, mi error —intercede Marina con inocencia aun moviéndose sobre las piernas del tipo, dos chicos le dan dinero que ella coge encantada y pone en las tiras de la cintura de sus bragas. La mira con dureza, me coge de la muñeca y me lleva con él, me suelta dentro de su oficina cerrando la puerta con seguro. Me quedo parada frente al escritorio, no me giro porque no lo quiero ver. «Que tonta»

—¿No íbamos a ser exclusivos? No me gusta que me mientan.

—No fue mentira, ni siquiera sé cómo me metí en esa situación —soy sincera.

—Marina Thompson —responde con un tono gélido.

—No me obligó.

Sus manos van a mis caderas y me pega a él, su miembro esta duro. Sus labios van a mi oído.

—¿Sabes lo duro que te quiero coger por ser tan ingenua? No vuelvas a seguirla afuera de los camerinos, lo único que tienes que hacer es estar en la tarima.

—¿Podemos hablar? —Hace mucho calor—. El lunes tengo —Golpean la puerta insistentemente.

—Maldición... —murmura y se aleja para abrir, me giro.

—¿No me quieres decir algo? —demanda saber Ana entrando, al notarme se queda estática. Yo mejor me voy.

—Podemos hablarlo mañana, los dejo solos —digo queriendo irme. Nathaniel me frena cogiéndome la mano, me regresa de un jalón, sus manos me pegan a él y sus labios se unen a los míos, cierro los ojos disfrutando el candente beso.

Le sonrío levemente cuando me suelta, me voy y Ana cierra la puerta con fuerza. «No creo que la maldad deba ser tan seductora»

Regreso a camerinos y aprovecho para estudiar un poco, bailo una vez más y a las dos de la mañana regreso a mi casa en uno de los autos de Nathaniel. Salgo antes porque ya no tenía más bailes.

~~NATHANIEL~~

Regreso a mi asiento y la miro con una ceja enarcada a la espera de lo que sea que quiera decirme.

—¿Por qué Jo? Es mi amiga —suena a regaño.

—¿Y estas enamorada de ella? —le cuestiono.

Debo hacer una lista con las personas que lo están. Niega asombrada.

—No seas idiota, simplemente quiero que no le hagas daño.

—Ambos queremos —le resumo la historia.

—No Nathaniel, estás haciendo esto solo por ti, Jo no puede estar contigo, ¡Ella no puede estar contigo! —repite.

—Puede —la miro a los ojos con fiereza, me sostiene la mirada—. Puede y quiere, mientras quiera vamos a estar juntos duela a quien le duela y arda a quien le arda, ¿Entendido? Si es así te voy a pedir que te largues —le señalo la puerta fastidiado.

¿Por qué todos creen que pueden decirme que está bien y que no? Todos defendiéndola, todos enamorados de ella. Sus ojos se cristalizan, sus manos son puños, detecto impotencia en todo su ser.

—¿Si estás enamorada de ella? —me cercioro, parece que le es difícil hablar.

Es muy raro que Ana actúe así y si no quiere que Jo este conmigo, seguramente es porque está enamorada, al igual que Alex. «¿Qué tiene Joss Vinter y cómo no veo lo que todos ellos ven?»

LUMINISCENCIA (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora