31. BUENA Y PERFECTA.

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~~JO~~
Cuando quieres a alguien lo aceptas, es algo que no se decide, es algo que se siente, por mucho que quieras negarlo, por mucho que creas que no es nada, sucede, asusta cuando se trata de un chico que conoces de camino a casa o en una fiesta, y asusta el doble cuando se trata de alguien como Nathaniel Dagger, asusta muchísimo más.

—¿Ya se fue el sugar? —nos pregunta Marina mirando por sobre su hombro hacia la salida.

Levanto mi cabeza del hombro de Nathaniel, «Estaba muy cómoda».

—Ni siquiera consideres lo que estás pensando, la vida no es un juego y si para ti lo es —adopta un tono serio—; consíguete otros juguetes.

Marina pone ambas manos en la mesa y lo mira fijamente, afianzo mi mano a la de Nathaniel.

—No estás en posición de juzgarme —aclara—. Y yo no soy de las que siguen las reglas por si eso creías.

—Te das mucha importancia, tu existencia es como la de cualquier otra en este lugar.

Auch.

Marina me mira con una leve sonrisa en tanto suelto la mano de Nathaniel y me levanto lista para irme. Solo necesito salir, díganme dramática, pero eso dolió.

—Tú no te vayas Jo —me detiene—. Déjale lo de ser patética a otra, cogen y eso es todo, solo para eso sirven los que son como él.

Ignoro el nudo que se aprieta en mi estómago haciendo que me sienta enferma y sofocada.

—Hablas mucho sin pensar, regresa a tu juego porque la realidad se te va a poner fea si te sigo viendo. Hazlo y lo que dijiste lo tomaré como las estupideces de una borracha —le condiciona Nathaniel poniéndose de pie.

El pecho se me oprime, la contienda de miradas me asfixia, y es difícil sopesar que lo que ambos dijeron es verdad, nosotros solo nos revolcamos... Y creí que era más, despertar abrazados, ir de la mano, los besos en cualquier parte, darle de comer, las charlas, el sexo, todo, creí que era más. No estaba esperando una vida a su lado, claro que no, así que no sé por qué me molesta que diga la verdad.

—Ambos cierren la boca. —Tengo la atención de ambos—. Hoy no vamos a pelear, y si quieren hacerlo de todas formas, saben dónde queda la salida.

Me dirijo hacia Alex que baila en la pista.

—Jo... —la ignoro.

Me duele, pero puedo soportarlo por un amigo, y creo que es mejor distraerme. Me ve acercarme y deja a la chica para estar conmigo, le doy las manos y bailo con él.

—¿Estás bien? —me pregunta alzando la voz. Asiento acercándome un poco más.

Nio Garcia x J Balvin x Bad Bunny - AM Remix suena haciendo que pase los brazos por sus hombros mientras me acerca tomándome por la cintura.

—Sé que no estás bien —me dice buscando mi mirada.

—Es que... Yo... Lo sabía, es lo peor, yo lo sabía —murmuro.

Me mira con lastima y me pega a su cuerpo para que me refugie y eso hago. Envuelve un brazo en mi cintura mientras acaricia mi cabello y yo mantengo mis manos en su espalda. Su abrazo me hace sentir menos miserable, ligeramente.

—Está bien, todo va a estar bien —me da un beso en la sien.

Ojalá fuera cierto, ojalá no quisiera hacer un berrinche por esto. Las luces apagándose completamente junto a la música me hacen separarme de él, pero me toma por la muñeca haciendo que me tranquilice.

Y el enorme pastel con luces y chispas aparece siendo cargado por un par de chicas, sonrío y empieza a jalarme hacia afuera.

—Espera, espera, el pastel... —me callo cuando llegamos a las gradas y veo que no es Alex.

LUMINISCENCIA (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora