~~JO~~
¿Sacrificio? ¿Amor?, son palabras que no se asocian, pero al final son las que más deberían asociarse, porque el amor es como caminar en un campo de rosas espinosas, sin importar que tus piernas y pies se destruyan en el camino, te sacrificas con la esperanza del amor, es mucho peor cuando no sacrificas solo algo físico, sino cuando te sacrificas a ti, a tu esencia, tus creencias y valores, cambias por completo para que esa persona se quede contigo, ¿Y cuántas veces eso ha funcionado?, Nathaniel no me pidió directamente que cambie lo que soy, pero a veces sentí dudas de mis creencias, de mis decisiones, de la forma en la que veo la vida, y desde el principio me hice de la vista gorda con lo que es y hace. Debí parar en cuanto supe que nuestra relación significaba más para mí que para él.
Que tonta que fui creyendo que de verdad sentía lo mismo que yo, y que ingenua al creer que su mundo y el mío respetarían la línea que él dibujó entre nosotros. Ahora soy la persona con la que Alexander se quiere vengar de él. Espero que escuche que terminamos y me deje en paz, a mi familia y a mí.
Después de que se fue hice mis maletas e intenté irme, pero no pude, su seguridad no me lo permitió. Un guardia me entregó un celular diciendo que Nathaniel le pidió que me lo dé en cuanto me vea, fue antes de irnos. Al decirle que ya no estamos juntos borró varios números, el de Nathaniel y el de su familia, y dejó los de mis amigos y el de mi mamá, si supiera que cada vez que Nathaniel llamaba me emocionaba tanto que me lo aprendí.
Llamé a mi mamá y le pedí que regrese con Klein, algo a lo que aceptó de inmediato. Llegaron hace horas, yo estoy en una habitación diferente a en la que estaba, y por primera vez siento frío, me siento sola.
Pasan horas viendo a la ventana hasta que llega mi mamá y me abraza por detrás, me da un par de besos en la cabeza y rompo a llorar de nuevo, con sus caricias en mi cabello y hombro.
Cuando me seco vuelvo a mi estado de silencio mirando la ventana. Me acaricia el cabello hasta que se duerme y me levanto para taparla con un par de mantas antes de volver a acostarme.
—Mi amor —Mamá se despierta—, hoy regresas a la universidad, levántate.
Salgo de la cama y camino hacia afuera, al armario, allí las cosas de Nathaniel me frustran el día entero. Me pongo un jogger, una sudadera grande, deportivos, lentes negros, mi maleta y bajo. Lidia está sirviendo el desayuno, y en la mesa mamá y Klein ya están sentados.
—Podemos hablar si quieres —me dice mamá.
—No quiero hablar de lo que pasó con nadie.
Klein solo come en silencio, pero parece triste, así que trato de parecer alegre hasta que termino. Me levanto con mi plato y paso acariciándole la cabeza antes de salir. Mikael me saluda desde el auto.
Entro, sale del recinto y surgen las ganas de preguntar sobre Nathaniel, pero me las aguanto. El camino se hace largo, y en cuanto salgo y estoy de pie frente a las puertas de la universidad siento que es la primera vez que la veo. Me despido de Mikael y camino hasta la primera clase, que tiene a unos pocos estudiantes, entre ellos Sheila, que corre hacia mí y me abraza con fuerza aplastándome los brazos, lo que me hace gemir de dolor, algo que no le pasa desapercibido, se separa mirándome interrogante.
—Tienes la boca y ojos rojos, se nota que no dormiste, y te duele el cuerpo, ¿Por qué? —me coge un brazo con la intención de revisarme, pero me aparto y sonrío.
—Te lo cuento luego, pero no te preocupes, estoy perfecta, entera —doy un giro al mismo tiempo que más estudiantes pasan.
—No lo olvidaré —advierte—, como tampoco olvido que tienes que decirme por qué nadie se pudo contactar ni contigo ni con tu novio durante dos semanas enteras, despertaba preocupada y dormía preocupada, conseguí su número y lo llamé todos los días, solo me cortaba, y tú teléfono apagado.

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LUMINISCENCIA (#2)
Teen FictionA veces tener un gran corazón no te asegura un camino lleno de pétalos que desborda amor, a veces cedes ante lo incorrecto aunque sabes que esta mal, que te va a lastimar, a veces, solo a veces, un demonio te ofrece su mano y tu la tomas. Jo es inte...