~~MARINA~~
Lo intenté, volví a mi vida dejando todo atrás... Y no pude aguantar más de dos semanas.
No podía volver, pero recordé el lugar del que me habló Dana, a ella la estaban obligando, yo entré por voluntad, para hacerle compañía, o quizás para que ella me la haga a mí. Ahora soy oficialmente una prostituta, pero de las caras, de las muy caras.
La que mueve las cosas en este burdel discreto y ostentos en un piso subterráneo se llama Kasandra Zussman, alguien con quien no me llevo nada bien, nos caímos mal mutuamente a primera vista.
Del anterior lugar en el que trabajaba, del cual debí romper cualquier conexión solo me quedé a Amado, y no porque quise, creí que dejando de contestarle las llamadas y mensajes entendería, pero solo se puso mas intenso. No era así, ahora enfurece y la que paga los platos rotos soy yo. Este burdel es uno de los tantos que tiene a unas cuadras del Gold, pero no sabe que estoy aquí.
—Deberías estar en ese cumpleaños de tu amiga junto a Dana —me dice Cleo.
Estamos en un cuarto con nuestras cosas y los tocadores de cada una, somos quince y yo me llevo con tres.
—No voy a ser bienvenida y no debe saber que sigo en esto —me acomodo los pechos dentro del brasier.
Es muy diferente al Gold, yo y otras cuantas somos las que no estamos obligadas, pero sabemos que lo mejor es quedarnos calladas, porque de lo contrario nos cortan la cabeza, en un sentido literal. Es un lugar oscuro en el que te pueden tratar como basura y nadie te ayudará.
—La entiendo —se pone de pie viniendo hasta mí para acuclillarse y tomarme las manos—, pero también te entiendo a ti.
No sabe lo de mis padres o mi edad real, pero sabe lo mal, lo ahogada y ansiosa que me siento teniendo una vida "normal", le dije que Jo me obligó a irme porque veía esperanza en mí, creo que lo hace, y me molesta no ser capaz de cumplir sus expectativas.
Le doy un beso en la frente y se pone de pie sonriéndome, cuando voy a levantarme mi celular se ilumina con la llamada de Seung. Estaba apagado y lo encendí hace diez minutos, tengo cinco llamadas perdidas y un mensaje suyo.
Con él sigo hablando de todo... Bueno, menos de esto, tampoco de que lo extraño y nadie me está llenando el vacío que me causa. Creo que tenerlo tan lejos y extrañarlo tanto son otros problemas que quiero ocultar haciendo lo que hago.
Los adolescentes somos así, buscamos algo a lo que aferrarnos para sobrevivir; una frase, una canción, un poema, un libro, un deporte, una meta, o una persona...
Le contesto poniendo una mano en mi cintura mientras me veo en mi espejo recordándome que no puedo ser patética. Cuando llama las ganas de llorar me abarcan y para no hacerlo mi rutina es mirarme al espejo recordándome que soy más fuerte, que ser patética no es lo mío. Dura hasta que acaba la llamada y lloro, mis problemas solo se acumulan en un hoyo oscuro al que debo entrar a enfrentarlos, el problema es que me aterra toda esa oscuridad que me atrae.
—¿Estás en el cumpleaños de Joss?
—Sí...
Mi corazón se acelera, y miro a Cleo en busca de apoyo, esta tan emocionada como yo. Le he contado de él.
—Veámonos —me pide oprimiéndome el pecho.
—¿Dónde estás? —mi emoción la reemplaza el miedo.
—Te voy a enviar una dirección, tengo poco tiempo.
Me recompongo. Por un momento creí que había ido al cumpleaños.
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LUMINISCENCIA (#2)
Novela JuvenilA veces tener un gran corazón no te asegura un camino lleno de pétalos que desborda amor, a veces cedes ante lo incorrecto aunque sabes que esta mal, que te va a lastimar, a veces, solo a veces, un demonio te ofrece su mano y tu la tomas. Jo es inte...