LUMINISCENCIA (#2)

25. DIE.

~~NATHANIEL~~

Llega el jueves, tuve que viajar a México después de dejar a Jo en su casa. Un par de personas se estaban interponiendo en uno de mis cruces y fui a escoger sus ataúdes.

Bajo del Jet y me reciben mis escoltas y Alexander junto a Amado.

¿Quién los dejo entrar? No es que me haga ilusión verlos tan temprano, o simplemente verlos.

—¡Hermano! —exclama Alexander cuando llego a ellos.

—Buen día —me dice el de la heterocromía.

Madrugada. El Jet vuelve a despegar y un escolta abre la puerta de la parte trasera del auto que me va a llevar a mi casa.

—Vinimos a invitarte a la fiesta de máscaras de esta noche, se suele hacer cada año en una de las mansiones de Amado —me cuenta Alexander.

—Es una tradición familiar, la hicieron mis antepasados, mis bis abuelos, mis abuelos, mis-----

Alzo la mano y se calla.

—Sé lo que es una tradición familiar.

Asiente con una sonrisa amarga.

—Que estés en la fiesta va a hacer que los murmullos de que estamos peleados a muerte desaparezcan, y lo necesito, porque si creen que estoy en tu contra nadie va a hacer negocios conmigo —insiste Alexander. Me quedo mirándolo.

¿Y eso en que me afecta? Ya hice suficiente.

—Se ha difundido que tienes novia, que es bella e interesante. Este tipo de fiestas son para disfrutar, así que tráela, será un placer recibirlos en mi mansión. —Pone una mano en el centro de su estómago.

Tengo planeado algo más divertido para esta noche. No he dejado de pensar en eso y no van a arruinarlo.

—Estaremos ocupados. —Paso por su lado.

—Por favor Nathaniel. —No me detengo y subo al auto—. Solo un par de horas. Eres mi hermano y la familia se apoya.

—Menos mal no somos familia. —suelto para mí—. Por nuestra amistad veré si a mi novia le interesa.

Mi novia. No lo es, pero la expresión de Alexander merece que lo diga, aunque sea una vez. Asiente y uno de mis escoltas cierra la puerta.

                                        ======*======

Entro a mi casa y Lidia ya tiene mi desayuno servido, después de comer me tomo un par de horas para el gimnasio de la casa y tengo una reunión de la empresa por videollamada. Me tome el día libre, pero hay cosas que no se pueden posponer, como Jo esta noche. Decir que no tenía condones cuando sabía que sí fue algo muy difícil, pero lo hice porque Jo estaba muy caliente y después de la calentura se habría arrepentido, pero hoy no, hoy ni siquiera es necesario un condón. Ya deseo recorrer su cuerpo.

Veo mi celular y salgo de la casa con ropa cómoda.

07: 23 am

De: Roja

Supongo que ya llegaste, te veo en el Gold.

Guardo el celular y entro en mi lambo con dirección al norte, pasando varios kilómetros entre la calle junto al bosque, entro por una abertura parecida a la de mi casa y sigo conduciendo por el camino de tierra hasta un restaurante de madera en donde estaciono mi auto, enseguida salen un hombre joven y una anciana. Bajo la ventanilla.

—Busco el DIE. —Comparten una mirada cautelosa y con un gesto la señora me pide bajar.

El DIE (División internacional de Élite), es una organización de solamente tres personas; dos hombres y una mujer, sin identidades fijas, no existen para el mundo y son pocos y de muy alto rango los que los conocen, entrenan a un grupo selecto de personas que por lo general mueren, por eso solo hay tres integrantes, tres invictos.