¿Hola, hola? ¿Está grabando? Bien: tres, dos, uno y...
¡Hola! Mi nombre es (T/N), y les hablo desde el bosque de mi ciudad; es medianoche, y creo que algo extraño está sucediendo aquí.
· · · ·
(T/N), una exploradora urbana, decide graba...
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(T/N) llegó al bosque jadeando, sus piernas gritando que parara.
«No hay tiempo que perder...», pensó mientras se forzaba a seguir, aunque sus rodillas casi no pudieran ni seguir soportando su peso. Se maldijo mentalmente cuando le empezó a doler la garganta por haber estado respirando con la boca abierta mientras corría.
Se apoyó con la mano en el tronco de un árbol cuando vio que ya estaba cerca del laboratorio.
«Vale, tengo que descansar...», retomó el aire que le faltaba.
—¿Kid? —susurró—. ¿Estás aquí? —intentó llamarlo, su voz aún débil.
Pese a que todavía era de día, el cielo cubierto de nubes se cernía amenazadoramente sobre el bosque, y las copas de los árboles se comían la poca luz que caía sobre él. Ojalá tuviera su teléfono para sacar su faro portátil, también conocido como linterna.
—¿Kid? —alzó más la voz, temerosa. «Espero no atraer a algo peligroso...». ¿Habría animales salvajes en ese bosque? Quizá debería haber prestado más atención en clase... Tarde—. Kid, soy yo, ¿dónde estás? —caminó hacia el laboratorio, gritando su nombre.
Obtuvo una respuesta a su llamada, pero no la que esperaba.
Oyó un fuerte ruido que provenía del interior del laboratorio.
—Kid... —empezó a correr hacia allá, olvidándose del dolor en sus piernas. Buscó la ventana por la que entró el primer día para colarse—. Aquí está...
Pero antes de que pudiera asomarse, el cuerpo de Kid salió volando a través de dicha ventana, cayendo con un golpe seco sobre la tierra y la hierba.
—Dios santo, ¿estás bien? —se apresuró a acercarse a él. No pudo tomarse el tiempo de alegrarse de volverlo a ver, sobre todo sano y salvo... Bueno, todo lo sano y salvo que se puede estar tras haber volado a través de una ventana. Una voz familiar se hizo presente.
—No pensé que volveríamos a vernos tan pronto —Law trepó por la ventana y salió al exterior, junto a ellos.
—Hijo de... —musitó (T/N). Kid se levantó sin problemas, pese a algunos rasguños en sus brazos. ¿Cuánto tiempo llevarían peleando?
—Atrás, (T/N)—Kid puso su brazo delante de ella para colocarla detrás de él—. Él fue quien robó los documentos y mató a Jinbei —le dijo.
—Lo sé —respondió ella con asco—. Tengo demasiadas cosas que contarte yo también...
—Me temo que no llegará el momento en que puedas hacer eso —dijo Law con fingida pena—. Esto se acaba aquí y ahora —sonrío con esa mueca espeluznante suya y se abalanzó sobre Kid.
El pelirrojo también era fuerte y no se movió del sitio. Forcejearon intensamente hasta que Kid logró tirar a Law al suelo, a unos metros más lejos. Como si no hubiera pasado nada, el moreno se volvió a levantar, impasible, y quiso volver a atacar a Kid.