¿Hola, hola? ¿Está grabando? Bien: tres, dos, uno y...
¡Hola! Mi nombre es (T/N), y les hablo desde el bosque de mi ciudad; es medianoche, y creo que algo extraño está sucediendo aquí.
· · · ·
(T/N), una exploradora urbana, decide graba...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
>>—¿Qué significa esto? —preguntó (T/N) con un hilo de voz, sin querer saber la respuesta realmente.
>>—Dos cosas: la primera, estas fotografías responderán a vuestra pregunta de cómo sabía lo que tramabais (un poco de deducción por aquí y por allá y no es nada difícil de adivinar); la segunda...
(T/N) tragó saliva.
>>—Que tenéis suerte de que haya sido yo quien os haya atrapado, y no Rob Lucci.
—¿Cómo? —Zoro fue el primero en hablar.
—Lo que oís —dijo con una sonrisa burlona—. ¿Qué?, ¿os creíais que él era el único con poder? Yo también tengo pasta; mirad esta preciosidad. —Dio unas palmadas al volante.
—Ahí tengo que darle la razón —habló Franky.
—Entonces, los nuevos agentes del departamento de policía de South Blue... —empezó Robin, y Marco terminó su hipótesis.
—Así es. Eran mis agentes. Ah, pero no os relajéis todavía. Si no hubiera ido un paso por delante, ahora seríais comida para los perros; mis secuaces se encargaron de suplantar a los agentes de Rob Lucci. Técnicamente, os he salvado el trasero. Ya podéis darme las gracias.
—¡Gracias, señor Marco! ¡Mil gracias! —Usopp y Chopper se arrodillaron en el suelo, haciendo reverencias y alabanzas con lágrimas en los ojos.
—No lo entiendo... —dijo (T/N)—. ¿Por qué haces esto? ¿En qué te beneficia?
Marco sonrió.
—Ahora hablamos de lo que me interesa: negocios.
Marco detuvo la autocaravana fuera del asfalto de una carretera poco concurrida. Quedaba poco para llegar a North Blue. Se levantó y tomó asiento junto al resto, creando un círculo.
—Bien, lo primero que debéis saber es que Rob Lucci es el que está detrás de todo esto.
—Lo sabíamos desde la primera temporada —dijo Usopp, hurgándose la nariz.
—¡No rompas la cuarta pared! —le recriminó Nami con un golpe en la cabeza.
—Perdón, perdón...
—Como iba diciendo... —Marco retomó la palabra—. Rob Lucci es vuestro enemigo, ¿no es así?
Todos asintieron.
—Genial, porque él también es mi enemigo. ¿En qué nos convierte eso a nosotros?
—¿En tipos con muy mala suerte? —habló Usopp.
—En amigos, idiota —replicó Franky. En ese momento, Marco ya estaba empezando a arrepentirse de sus decisiones.
—Sí, amigos... —carraspeó—. Vosotros necesitáis mi ayuda, y yo necesito la vuestra.
