¿Hola, hola? ¿Está grabando? Bien: tres, dos, uno y...
¡Hola! Mi nombre es (T/N), y les hablo desde el bosque de mi ciudad; es medianoche, y creo que algo extraño está sucediendo aquí.
· · · ·
(T/N), una exploradora urbana, decide graba...
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—Señorita (T/N), ¿cuándo fue la última vez que vio a su vecino? —Koby, un policía en prácticas, le estaba haciendo preguntas sobre el incidente. (T/N) estaba fuera del edificio, sentada en el bordillo de la calle. Hacía frío, así que Koby le tendió su abrigo y la intentó reconfortar. Vio a la vecina de al lado, Kokoro, quien se había ofrecido para cuidar a Bimbo mientras tanto.
—Hace unos días —tenía la voz ronca de tanto llorar—. Le fui a pedir ropa para... —se quedó en silencio. No podía mencionar a Kid—, para un disfraz, una tontería... —le restó importancia.
—Y... ¿dices que volviste a casa de una fiesta, el perro del vecino se había colado en tu apartamento por el balcón y, cuando fuiste a mirar, viste el cuerpo? —Koby leyó lo que tenía apuntado en su libretita.
—Sí —respondió la joven sin levantar la mirada. Se abrazó aún más con el abrigo, intentando sentir algo de calidez.
Antes de que la policía viniera, (T/N) obligó a Kid a irse.
>>—Márchate.
>>—¿Qué?
>>—No pueden verte —se separó de él y se secó las lágrimas—. Solo empeoraría las cosas —exhaló.
>>—No puedo dejarte sola —objetó, y (T/N) respondió con seriedad.
>>—Kid —oyó las sirenas de policía y abrió los ojos de par en par—. Vete. Ahora —lo apartó, y fue la primera vez que el androide se dejó mover—. Volveré a por ti cuando pueda, ¿de acuerdo? Todo irá bien, no te preocupes —tomó sus manos en un intento de reconfortarlo antes de que Kid saltara por el balcón, corriendo a una velocidad inhumana hacia el bosque. Volvía al laboratorio.
—¿(T/N)? —Koby preguntó, preocupado, saltándose el honorífico.
—¿Sí? —la joven lo miró.
—Le había preguntado, si conoce a alguien que pudiera querer a Jinbei... —(T/N) frunció los labios y negó con la cabeza.
Se sentía impotente. La policía pensaría que el objetivo del asesino era Jinbei, cuando, en realidad, eran los documentos robados. Documentos que no podía mencionar a la policía. Pero, entonces, investigarían el caso en vano.
La escena más probable es que el ladrón se colase en la casa y robase los documentos. Sin embargo, Jinbei lo debió ver e intentó pedir ayuda, causando así su muerte.
Había sido su culpa.
Ella era la culpable.
Si no hubiera ido a la fiesta y se hubiera quedado en casa, Jinbei estaría vivo.
Si no hubiera tenido esos documentos en casa, Jinbei estaría vivo.
Si no hubiera ido al laboratorio, Jinbei estaría vivo.